Además en el accidente han perdido la vida los dos conductores del autobús y cuatro adultos que acompañaban a los menores. Otros veinticuatro niños han resultado heridos. Según recoge la prensa belga, entre los menores fallecidos habría siete de holandeses y entre los heridos, un polaco, un alemán y dos hermanos de nacionalidad belgo-española. En total viajaban 52 personas.
El accidente ocurrió el martes por la noche, en el cantón suizo de Valais, cuando el autobús, un modelo nuevo y con toda la documentación en regla, impactó contra la pared de un túnel, cuyas cámaras de seguridad demuestran que no circulaba demasiado rápido. Tampoco se ha visto ningún problema en el túnel, cuyas condiciones de trazado y visibilidad son correctas. El suelo estaba seco.
El fiscal de Valais ha declarado que espera escuchar las versiones de los supervivientes para aclarar las causas de la tragedia. Demomento sólo considera un fallo técnico del vehículo o que el conductor se sientiera indispuesto por un problema de salud, hipótesis que confirmará o desmentirá la autopsia. «La tercera pista que seguimos prioritariamente es, evidentemente, como en todos los accidentes, una causa humana que podría estar relacionada con un error. No estamos privilegiendo ésta respecto a las otras citadas anteriormente», ha dicho el fiscal.
El primer ministro belga, Elio Di Rupo, declaró a su llegada a Suiza que Bélgica vive «un día absolutamente dramático». El gobierno belga prepara la repatriación de las víctimas, todas ellas ya identificadas. En el país se suceden las muestras de dolor, sobre todo, en las ciudades de Haverlee y Lommel, de donde procedían la mayotría de las víctimas.
Desde todas las instituciones de la UE se han escuchado mensajes de condolencia para las familias de los afectados. El pleno del Parlamento Europeo ha guardado un minuto de silencio por las víctimas.