Se paraliza en Italia la apertura del mayor vertedero de Europa en un momento en el que más de 2.000 toneladas de basuras se amontonan en las calles de Nápoles. En la madrugada del domingo, ha habido de nuevo enfrentamientos entre la policía y los ciudadanos en Tercigno, donde está previsto el vertedero.
Tras un encuentro entre las autoridades locales y representantes del ejecutivo de Berlusconi, se ha llegado a un acuerdo para paralizar por tiempo indeterminado el nuevo vertedero que estaría situado a los pies del Vesubio, dentro del parque Nacional del famoso volcán. También se va a paralizar durante tres días el actual vertedero para realizar «pruebas técnicas necesarias en materia de naturaleza ambiental y sanitaria».
El problema de los residuos se atribuye a la falta de incineradoras y a que en algunos de los vertederos locales, que están controlados por la mafia local, la Camorra, se han vertido residuos tóxicos de forma ilegal.
La Comisión Europea, sigue muy de cerca el conflicto de las basuras en la región, es muy similar a la crisis que estalló en 2007 y que llevó a Bruselas a incoar un expediente contra la República Italiana. La Corte Europea de Justicia llegó entonces a la conclusión de que Italia había cometido una infracción contra el derecho comunitario al no haber procurado las instalaciones necesarias para la gestión de los residuos urbanos con las suficientes garantías para la salud de los ciudadanos y el medio ambiente.
El comisario Janez Potocnik de medio ambiente, todavía está evaluando los informes que le han enviado ahora las autoridades italianas, pero dice que todo parece indicar que no se tomaron las medidas necesarias tras la crisis anterior.