El PE exige que se paguen los Erasmus
¿Se imaginan todos los edificios de la UE en Bruselas apagados totalmente, por falta de acuerdo entre el Parlamento y la Comisión? ¿Se imaginan a los eurofuncionarios en su casa sin cobrar por «cierre patronal»? Pues si no se lo imaginan, tampoco lo verán, porque la Comisión Europea ha descartado un cierre administrativo como el de Estados Unidos ante las diferencias entre el Consejo Europeo y el PE.
En la caja de la Comisión quedan 30.000 euros y el comisario de presupuesto, Janusz Lewandoski, está sumando y restando, para que si no hay acuerdo entre las instituciones, no se quede sin un euro. Los Estados miembros han de entregar facturas por 50.000 millones, por lo que si se pagan faltarían unos 20.000 millones. Claro, que entonces podrían pasar al presupuesto de 2014 y así arreglamos la situación. Postergar los problemas, como hacen los estadounidenses.
En Washington el caballo de batalla es el «programa de salud» que defiende Barack Obama. En Bruselas, son las becas Erasmus. El Parlamento condiciona su voto a que la Comisión asegure que los estudiantes cobrarán antes de acabar el año, o como mínimo se les asegurará que cobrarán en los próximos meses.
El portavoz comunitario, Olivier Bailly, ha dicho que tratar de «identificar una fecha en la que a medianoche cerraríamos todos los edificios es especulativo», y ha recordado que la Comisión está acostumbrada a esta presión. Recuerda que esta circunstancia ya ha ocurrido antes y «siempre hemos podido evitar una situación jurídica» de impago.
El PE no quiere dar luz verde a las cuentas plurianuales antes de que se desembolsen los 3.900 millones de euros acordados para evitar que programas como el Erasmus vuelvan a quedarse sin financiación antes de que acabe el año, como ocurrió con el presupuesto de 2012.
No obstante, el Consejo intenta ligar el desembolso del monto adicional, al pago de 400 millones de euros que se ha comprometido a «donar» a Alemania, Austria y la República Checa por las graves inundaciones de la primavera de este año. También recibiría parte de ese dinero Rumanía, pero por la sequía y los incendios de 2012. Los eurodiputados no quieren entrar en el chantaje... o sí. «Si ya se llegó a un acuerdo con el Consejo sobre los 3.900 millones, ahora no se puede condicionar ese presupuesto al pago de 400 millones», dicen los europarlamentarios.
Ante esas diferencias, la Conferencia de Presidentes del PE ha retrasado el voto sobre el presupuesto europeo de 2014-2020 hasta noviembre, «como mínimo», añaden los eurodiputados. Eso quiere decir que si se aprobaran las cuentas en el pleno de noviembre (entre el 18-21) el dinero dificilmente llegará a tiempo. La Comisión «llora», «si no pagamos las facturas que están comprometidas antes de acabar 2013, nos acercaremos al momento de quedarnos sin dinero», ha dicho Bailly. Pero tranquilos, que la Comisión puede gastar cada mes, la duodécima parte de lo previsto para 2013 o del proyecto de 2014. Por cierto año electoral y con los parlamentarios defendiendo sus escaños.