Nunca queda claro si existe un concepto común de teatro europeo o en la creación no hay espacios geográficos ni políticos, pero sí parece que existe una idea de escena contemporánea que se mueve en unos límites indeterminados pero propios para los europeos.
Este 12 de mayo Madrid abre el telón y enseña lo que se hace en teatro en Europa (y más). El tradicional festival de Otoño se pasa a la primavera por motivos comerciales pero conserva un nombre que se ha ganado prestigio y oportunidad. El cambio de fechas propone un programa que promete: 32 espectáculos, la mitad de teatro, el resto performance, danza, circo y música.
El plato fuerte, el mítico Peter Brook, con el Theatre des bouffes du nord, trae «11 and 12,» estrenado en noviembre en París con estupendas críticas. Actores europeos, africanos y americanos para poner en el escenario la vida del sabio Tierno Bokar en una revisión del colonialismo y las luchas locales.
Hoy mismo, la comedia francesa más nueva retoma la música de Bob Marley, Prince o Bee Gees para llevarnos a una fiesta delirante. Es «Salle des fêtes», por la Compagnie Deschamps % Makeïeff. Habrá también teatro histórico en forma de danza con «Genre Oblique», de Toujours après minuit; danza y cabaret en Coeurs Croisés, hasta «Teatro da Mangiare?» de la compañía Teatro delle Ariette, para interactuar con el espectador cocinando en escena.
Y música... La genial Ute Lemper interpreta canciones de Brecht, Weill y Brell. Con Mario Gas propone un viaje a través de la poesía en «The Bukowski Project».
Y circo contemporáneo... con un concepto distinto que llega de Finlandia. Un malabarista, Ville Walo, y un mago, Kalle Hakkarainen, juegan en el escenario para hablar de incomunicación y tecnología en una pieza multimedia, «Keskusteluja».
Eclecticismo, innovación, recuperación, historia y futuro. Parece que todo eso es el teatro europeo de hoy.