Serbia celebra este domingo elecciones presidenciales, parlamentarias y municipales, unos comicios marcados por la grave situación económica en el país y el descontento social. Los principales aspirantes son el proeuropeo presidente en funciones, Boris Tadic líder del Partido Democrático (PD), y Tomislav Nikolic, del partido Progresista Serbio (SNS) conservador y ultranacionalista. El ministro de exteriores serbio, Vuc Jeremic, ha dicho en España que «el nuevo gobierno retomará inmediatamente el proceso europeo».
Serbia obtuvo en marzo el estatus de candidato para integrarse en la Unión Europea y está a la espera de que se fije fecha para comenzar las negociaciones. Estos días ha estado en España el ministro de Exteriores, Vuc Jeremic, que cree que «Kosovo no será un obstáculo insalvable en este proceso». Los grandes temas políticos, como el conflicto en torno a su exprovincia, que caracterizaban los ciclos electorales del pasado, han sido desplazados esta vez por la economía en medio de un ambiente de desonfianza y apatía ciudadana.
Las triples elecciones están marcadas por la grave situación económica en el país y el descontento social. En Serbia hay un 23,7 por ciento de paro. La campaña electoral abundó en promesas de mejorar el nivel de vida, crear nuevos puestos de trabajo, luchar contra la corrupción y atraer nuevas inversiones extranjeras que saquen al país de la crisis».
Jeremic recuerda que «nosotros también somos Europa e inevitablemente estamos sufriendo los efectos de esta crisis. Hemos trabajado duramente para contener los efectos, que han resultado en un significativa bajada de inversiones como en la mayoría de los países europeos, pero creo que hemos hecho un buen trabajo para asegurar que la situación no se descontroles. Tenemos un desempleo elevado, pero creo que lo importante es la estabilidad macroeconómica y en ese sentido, nuestra deuda es del 45 por ciento, que no es una situación demasiado mala». El ministro de Exteriores serbio explica que aunque su país ha encontrado nuevos socios económicos como Turquía o China, mantiene su confianza en Europa.
Kosovo, que declaró su independencia en 2008, sigue siendo un tema que divide a los serbios. De hecho se ha creado un conflicto electoral cuando las autoridades kosovares impidieron el voto a unos 110.0000 serbios que viven en el país, no reconocido oficialmente por Serbia ni por algunos países europeos, como España o Bélgica. Al final podrán depositar sus votos para las parlamentarias y presidenciales, pero no para las municipales. La OTAN ha reforzado su presencia en la región para garantizar la seguridad.
Sobre este espinoso tema, Vuc Jeremic cree que "es importante que continuemos con el proceso de negociación y el futuro de Kosovo solo podrá determinarse por un proceso negociador que desemboque en una solución aceptable para las partes (una solución que sea refrendada por la comunidad internacional y conforme con el Consejo de Seguridad)». Y destaca que «es la primera vez en la historia de los Balcanes que un tema importante como este de la integridad territorial, no ha degenerado en guerra... es de gran trascendencia que haya una política en Belgrado de retención, porque hemos decidido que sólo vamos a utilizar medios diplomáticos y pacíficos para defender lo que creemos que defendería cualquier país soberano, que es la integridad territorial de una nación democrática». Antes de despedirse apunta que «Creo que es importante que el proyeco europeo se complete geográficamente. La estabilidad no solo se ciñe a la economía. Si hablamos sobre estabilidad política, también hablamos de seguridad»