El gobierno de Belgrado confiaba en que, tras la detención de los criminales de guerra, Ratklo Mladic y Goran Hadzic y su entrega al Tribunal Penal para la antigua Yugoslavia el pasado julio, el camino hacia Europa estaba despejado. La retahíla habitual de condiciones que Bruselas impone a los aspirantes - adaptación al acervo comunitario, lucha contra la corrupción y situación económica- no es un impedimento especial en el caso serbio, pero Kosovo sigue siendo su piedra en ese camino.
Inoportunamente, los enfrentamientos de las últimas semanas entre serbios y kosovares al norte de la autoproclamada república independiente, han ennegrecido un panorama que parecía claro tras abrirse el diálogo entre las dos partes. Sin embargo, el bloqueo de carreteras y los choques con las fuerzas internacionales son una muestra de que sobre el terreno los acuerdos políticos no tienen efecto.
Con la perspectiva de este Consejo Europeo, Serbia y Kosovo firmaron recientemente un acuerdo para que patrullas conjuntas vigilen los pasos fronterizos del norte de Kosovo, pero el mal ya estaba hecho. Ahora los 27 reconocen que Belgrado «ha seguido mostrando un compromiso creíble», pero quieren verificar los resultados. Alemania y Austria han sido los países que han forzado el retraso, aunque otros, como España o Francia, estaban dispuestos dar el paso ahora.
El Consejo confirmará si se logran «nuevos avances en el proceso de aplicación de buena fe de los acuerdos alcanzados en el diálogo, en el que también está incluida la gestión integrada de fronteras». En febrero de 2012, los ministros de los 27 decidirán si Serbia merece tener el estatuto de país candidato y el Consejo Europeo de marzo, en su caso, lo confirmará.
El responsable serbio de la negociación con la UE, el viceprimer ministro Bozidar Djelic, ha anunciado su dimisión tras el rechazo provisional comunitario. Advierte que no es una señal de derrota, pero sí un cumplimiento de sus promesas porque había anunciado que en diciembre Serbia sería país candidato al ingreso en la UE. De todas formas, Djelic insiste en que Europa es una prioridad para el interés estratégico y nacional de Belgrado.
Los jefes de Estado y de gobierno de la UE sí ven avances en la vecina Montenegro y esperan abrir las negociaciones de adhesión en junio de 2012.