El próximo martes, 22 de diciembre, el presidente serbio, Boris Tadic, viajará a Estocolmo para solicitar formalmente el ingreso de su país en la Unión Europea. El gobierno serbio tomó el sábado la decisión y la presidencia sueca cerró la cita inmediatamente. «Es un paso histórico», ha dicho el primer ministro sueco, Fredrik Reinfeldt.
El acercamiento de Serbia a la UE se intensificó, después de que Holanda desbloqueara el acuerdo comercial con el país balcánico, una vez que el Tribunal Penal para la Antigua Yugoslavia confirmara que Belgrado está cooperando en la búsqueda de militares huidos acusados de crímenes de guerra.
Ése ha sido y es el principal obstáculo para que Serbia formalizara antes su solicitud de adhesión, especialmente la supuesta incapacidad para arrestar al general serbio Ratko Mladic. «Serbia tiene la intención y la voluntad inequívoca de arrestar a los fugitivos por el bien de sus ciudadanos y por el de la reconciliación en los Balcanes», dijo Tadic el sábado en una conferencia de prensa celebrada en Belgrado.
Desde la caída del régimen de Milosevic, en octubre de 2000, Serbia y Montenegro se han beneficiado de las políticas de ayuda de la UE. Los programas de asistencia europeos han supuesto el ingreso de varios miles de millones de euros en las arcas de Belgrado.
Aún queda un largo camino para que el ingreso serbio en la Unión sea un hecho, en cuanto a adaptación a las leyes y normativas comunitarias. El presidente serbio ya ha advertido de que el ingreso en la UE supondrá profundas y dolorosas reformas. Pero los avances son significativos. Los serbios ya pueden viajar a otros países de Europa sin visado, al haber entrado ayer en el acuerdo Schengen. euroXpress