Un informe de Intermón Oxfam, indica que entre las principales causas de la subida de los precios se encuentra la sequía que está castigando a muchos países. Uno de los que más la está notando es Estados Unidos, uno de los principales productores de cereales en el mundo.
Más de la mitad del país está sufriendo lo que su presidente, Barack Obama, ha definido como «sequía extrema» cuando pedía al Congreso que aprobara una ley de apoyo a los agricultores por valor de 500.000 millones de dólares para los próximos cinco años. Ha añadido «si no conseguimos alivio rápido, todos los estadounidenses empezarán a sentir los efectos de esta sequía, con mayores precios en los mercados de todo el país».
Antes de que eso llegue, Abdelaziz Ibrahim, sudanés, maestro de escuela, que da vueltas en un mercado de Jartum intentando que el poco dinero que lleva le llegue para alimentar a sus seis hijos, su esposa y su madre ya lo está sufriendo. «Este es el peor Ramadán que hemos tenido» dice.
No parece que se vayan a arreglar las cosas. La Agencia americana oceánica y atmosférica dice que este ha sido el julio más caluroso que se haya conocido en el país desde que en 1895 se comenzaron a hacer los registros meteorológicos. La sequía se extiende al 63 por ciento del territorio continental estdounidense.
La sequía está afectando duramente a otros muchos lugares. En Chile se ha decretado zona de emergencia agrícola en 128 distritos, más de un tercio de todos los que hay en el país.
Por su parte la Agencia de meteorología de Japón informa de que según sus observaciones, el fenómeno conocido como El Niño ha hecho ya su aparición y se mantendrá hasta el invierno. Normalmente reduce las lluvias. Cosechas fundamentales en Australia o India podrían verse afectadas
En ese contexto los precios de los cereales han subido de forma meteórica. Los biocarburantes no son ajenos a los vaivenes en los precios de los aceites vegetales, maíz, soja y otros cereales necesarios para fabricarlos.
Según Intermón Oxfam, los peores efectos se notarán sobre todo en los países en desarrollo, especialmente de África y Latinoamérica. Uno de los más afectados será Yemen, que importa el 90 por ciento del trigo que consume y donde diez millones de personas pasan hambre, entre ellos 267.000 niños cuyas vidas corren peligro por malnutrición.
La Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO) teme que se llegue a un punto verdaderamente peligroso. «Existe una posibilidad de que se desencadene una situación como la que tuvimos en 2007 y 2008», ha dicho Abdolreza Abbassian, economista y analista de granos de la organización de la ONU que espera que no se repitan las mismas políticas equivocadas.
Entonces, una combinación de precios altos del crudo, un uso creciente de los biocombustibles, malas condiciones climáticas, subida de los precios de los granos y políticas restrictivas a las exportaciones hicieron subir los precios de los alimentos tanto que generaron violentas protestas en países como Egipto, Camerún o Haití.
Muchos analistas responsabilizaron a bancos e inversores institucionales de haber inflado los precios. Más del 80 por ciento de esos cereales provienen de sólo cinco países y los controlan cuatro grandes compañías. Lo que hace que el mercado de las materias primas alimentarias sea muy frágil.
Por supuesto que cuando hablamos de mercados nos estamos refiriendo a los grandes parquets mundiales. La mayoría de los bancos y gerentes de fondos defienden las inversiones en materias primas alimentarias. El segundo mayor banco alemán, Commerzbank, las ha retirado de un fondo, no ha dado explicaciones. Pero Foodwatch , una organización de consumidores ha dicho que lo han hecho porque muchos informes estaban cuestionando la ética de esos fondos de inversión.
Este domingo, aprovechando la estancia en Londres de gran cantidad de representantes de Estados, empresas, deportistas y organizaciones en el último día de los juegos Olímpicos, el Reino Unido organiza junto a Brasil una reunión para «llamar la atención» sobre el problema de la malnutrición en el mundo e incitar a la comunidad internacional a avanzar en la materia en los cuatro años que queda hasta los próximos juegos en Río de Janeiro.
Cameron, ha dicho en la televisión «Nosotros estamos pensando en la próxima medalla de oro pero hay millones de niños en el mundo que se preguntan si van a comer». Y ha recordado que hay 170 millones de niños en el mundo que sufren malnutrición.
La organización Oxfam cree que esta reunión «debe ser una primera etapa hacia un verdadero cambio en la forma en la que producimos y distribuimos los alimentos». Amigos de la Tierra indica que «la prioridad» de David Cameron debería ser «hacer que los países ricos, empezando por el Reino Unido, dejaran de utilizar los agrocarburantes». Mientras que el «World development movement» cree que «debería haber un mayor control local de los recursos de los que depende la producción de alimentos».