Los consumidores tienen serias preocupaciones, por ejemplo, conservar el trabajo y no están para cambiar de coche. Sin verle el final a la crisis y sin compradores los fabricantes de coches familiares, Peugeot, Opel o Renault son los que más han sufrido los efectos de la pérdida de interés. Tratan de encontrar formas de reducir costes.
Las ventas de Ford y Opel han caído un 15 y un 16 % respectivamente. Renaul un 33 % en septiembre. BMW se ha comportado mejor, ha tenido un aumento de un 11 %.
Según la patronal con sede en Bruselas, ACEA, hasta la alemana Wolkswagen, que en los últimos meses había ganado cuota de mercado a costa de sus rivales, ha visto como bajaban sus ventas en un 13,8 % en septiembre.
En lo que va de año, el mercado de coches de Europa occidental se ha contraído en un 7,6 %, es decir, se han vendido 9,15 millones de vehículos, sobre todo por la caída de las ventas en Grecia, Portugal e Italia. Reino Unido ha sido el único mercado que ha tenido un crecimiento material, tras haberse beneficiado de un cambio en la matriculación de vehículos.