Son proyectos clave de infraestructuras energéticas que han sido propuestos por los diferentes estados miembros, entre los que hay 6 españoles, cuatro de los cuales están relacionados con el sector eléctrico, y los otros dos con el del gas.
Son los llamados «proyectos de interés común» (PCI) que recibirán subvenciones y disfrutarán de una serie de ventajas administrativas
La dotación destinada a estos proyectos es de 5.850 millones de euros, y tendrán ventajas administrativas especiales, como por ejemplo procedimientos acelerados para la planificación y la concesión de autorizaciones, una sola autoridad competente nacional que gestione la concesión de las autorizaciones, menores costes administrativos para los promotores de los proyectos y las autoridades, o la posibilidad de recibir ayuda económica por parte del mecanismo «Conectar Europa».
Los proyectos elegidos han tenido que pasar por un comité de selección que valoraba, entre otras, las siguientes características: tener efectos positivos importantes para al menos dos Estados miembros, contribuir a la integración del mercado y al incremento de la competencia, mejorar la seguridad del suministro, y reducir las emisiones de CO2.
El objetivo final de esta iniciativa de financiación a proyectos de infraestructuras es lograr un mercado integrado de la energía en el que los consumidores obtengan la mejor relación calidad-precio posible, para lo que es imprescindible que la infraestructura sea moderna y existan interconexiones adecuadas y redes fiables.
Según Günther Oettinger, comisario de Energía, «tenemos que garantizar que nuestros limitados fondos se utilizan de manera racional y que el dinero de la UE llega a donde pueda crear los mayores beneficios para los consumidores europeos. Con esta lista de proyectos de infraestructuras energéticas y sus correspondientes beneficios esperamos también atraer a más inversores».
Para la elaboración de este listado se ha llevado a cabo un exhaustivo proceso de identificación y evaluación de los proyectos por parte de doce grupos de trabajo regionales, cada uno de los cuales corresponde a un área o a un corredor de prioridad estratégica.
En el caso de España entre los proyectos seleccionados están la interconexión eléctrica entre el País Vasco y Aquitania en Francia, por cable submarino a través del Golfo de Vizcaya. 300 kilómetros y 2000 MW de capacidad, que deberá estar terminada para 2020.
Un nuevo tramo de interconexión eléctrica terrestre entre Santa Llogaia, Ramis y Bescanó en Girona, de 40 kilómetros y 400 kV que aumentará la capacidad de interconexión entre Bescanó y Baixas (Francia). Deberá estar operativo en 2014.
Interconexión eléctrica entre Portugal y España, Beariz-Fontefría en Orense y Vila Fria- Vila do Conde-Recarei (Portugal), una interconexión de 162 kilómetros que tendrá que estar lista para entrar en funcionamiento en 2016.
La central de transformación de la subestación vasca de Arkale que deberá aumentar para 2016 la capacidad de la línea de interconexión entre Arkale y Argia en Francia.
Un gasoducto de 1.184 kilómetros entre España y Francia a través de Le Perthus que deberá estar terminado para 2020 y la extensión en 310 kilómetros del gasoducto entre Zamora y Portugal que deberá estar finalizado para 2018.
Los proyecto de gas contribuirán a que todos los Estados miembros cuenten con al menos dos proveedores, salvo Chipre.