La situación es más evidente si cabe en el mercado laboral, principalmente a la hora de buscar empleo. La situación es también grave en los centros educativos y sanitarios. Y las cifras no cambian si se analizan los resultados por países, ya que por ejemplo en España seis de cada diez transexuales denuncian haber sufrido exclusión en el último año.
El análisis de FRA constituye el mayor sondeo realizado hasta la fecha en el ámbito de los Veintiocho: incluye las repuestas de 6.597 transexuales. Son datos recogidos entre abril y julio de 2012, y presentados esta semana en el Parlamento Europeo para alertar sobre la «frecuente discriminación y victimización» de estas personas.
A partir de estas directrices, la Agencia con sede en Viena pide que las instituciones respalden la igualdad mediante leyes y políticas concretas. Apuesta asimismo por las políticas públicas, en las que confían un 94 por ciento de los encuestados pese a que la gran mayoría (cuatro de cada cinco) las considera escasas.
«Todo el mundo tiene derecho a ser él mismo. Sin embargo, la realidad es que muchos transexuales viven con miedo, en una sociedad con frecuencia intolerante e ignorante acerca de sus necesidades», considera el director de FRA, Morten Kjaerum, quien destaca cómo sus informes indican que estas personas «viven bastante mejor en aquellos Estados miembros que son conscientes de sus problemas y que han desarrollado políticas para apoyarles».
Principales obstáculos
A través de 132 páginas, el informe 'Ser transexual en la Unión Europea. Un análisis comparativo de la encuesta europea LGBT' desgrana tres obstáculos principales. En primer lugar, la «violencia repetida» (tres o más veces en los últimos doce meses) que denuncian sufrir dos de cada cinco entrevistados. «Estos resultados señalan la necesidad de mejorar las políticas contra la violencia motivada por odio y contra el acoso. Hay que conseguir mejoras en la protección contra la transfrobia, aumentando la conciencia entre la policía de cómo lidiar con estos temas», se lee en el estudio.
En segundo lugar, es especialmente preocupante «el miedo a ser uno mismo». Uno de cada tres encuestados por FRA evita expresar su tendencia sexual, por ejemplo a través de la manera en que visten, por miedo a ser asaltados, amenazados o acosados. Y la mitad de los entrevistados no frecuenta lugares públicos, como calles, plazas y parques, por este mismo motivo. Uno de cada cinco toma similares precauciones incluso en su propia casa. «Debe reforzarse tanto la respuesta europea como las nacionales. Los Estados miembros deben asegurar su reconocimiento legal, sin necesidad de intervenciones médicas»
La discriminación que se produce en el empleo, la educación y la salud es otro de los puntos clave. Y es que, uno de cada tres transexuales se siente minusvalorado a la hora de buscar trabajo. Según se lee en el informe, «los empleadores deben considerar la formación en temas de diversidad, los colegios deben ser capaces de sostener un ambiente seguro para el alumnado transexual, y los profesionales médicos deben ser conscientes de las necesidades de estas personas».