La Comisión Europea ha encontrado 'deficiencias significativas' en las ayudas que 11 Estados miembros dan a las compañías eléctricas para garantizar el suministro en todo momento, es lo que se conoce como 'mecanismos de capacidad'.
En abril de 2015, la Comisión puso en marcha una investigación sectorial sobre las medidas adoptadas por los Estados miembros para garantizar que disponen en todo momento de la capacidad adecuada para producir energía eléctrica y así garantizar un suministro de electricidad fiable.
La UE pretendía informarse sobre los diferentes mecanismos de capacidad y saber de primera mano si garantizan el suministro eléctrico suficiente sin falsear la competencia ni el comercio en el mercado único de la UE. Un conocimiento complementario a la Estrategia de la Unión de la Energía de la Comisión destinada a crear un mercado de la energía interconectado, integrado y seguro en Europa.
El año pasado, la Comisión recogió gran cantidad de información de más de 120 participantes en el mercado y organismos públicos sobre los mecanismos de capacidad antiguos, existentes o previstos de 11 Estados miembros: Alemania, Bélgica, Croacia, Dinamarca, España, Francia, Irlanda, Italia, Polonia, Portugal y Suecia. Encontró 28 mecanismos de capacidad, que pueden agruparse en seis tipos diferentes.
El más común es una reserva estratégica, por la que el Estado paga a centrales eléctricas específicas para que estén operativas en caso de necesidad. Iniciativas recientes de los Estados miembros sugieren que existe una tendencia general hacia mecanismos más abiertos e inclusivos, que en principio están abiertos a la participación de todas las categorías de proveedores de electricidad. Es un hecho positivo: para crear una auténtica Unión de la Energía y garantizar que los costes para consumidores y empresas sean los mínimos, los mecanismos de capacidad deben estar abiertos a todos los tipos de proveedores, nacionales o extranjeros, independientemente de la tecnología.
Sin embargo, el informe provisional que la CE ha hecho público este miércoles apunta a que muchos Estados miembros carecen de un análisis adecuado y coherente de su necesidad real de mecanismos de capacidad. También se observa que algunos de estos podrían estar mejor orientados y ser más rentables. Estas conclusiones no prejuzgan la apreciación de la Comisión sobre la compatibilidad con las normas sobre ayudas estatales de la UE a mecanismos de capacidad concretos, que exige un análisis caso por caso.
Los mecanismos de capacidad pueden ser necesarios siempre que respondan a una necesidad real
Varios Estados miembros de la UE han expresado su preocupación por que los suministros de electricidad puedan no ser capaces de satisfacer la demanda como consecuencia de una insuficiente inversión debido a la incertidumbre en los mercados y a las intervenciones reglamentarias. Un problema adicional es que la demanda también debe verse totalmente satisfecha por la oferta en momentos en que exista un déficit de energías renovables variables, en el caso de menos viento o sol en un momento dado por ejemplo.
Los resultados preliminares de la investigación indican que, en la actualidad, el mercado por sí solo no puede mantener niveles adecuados de seguridad del suministro en determinadas regiones. Esto puede deberse en parte a que en varios países existen límites de precios más bien bajos o a que los inversores pueden creer que los precios de la electricidad no subirán lo suficiente en tiempos de escasez como para fomentar la inversión en capacidad.
Los planes en curso de reforma del actual diseño del mercado de la electricidad, uno de los objetivos clave de la Unión de la energía de la UE, pretenden mejorar significativamente el funcionamiento del mercado en el futuro. En casos específicos, sin embargo, los mecanismos de capacidad pueden ser necesarios, por ejemplo para salvar el período transitorio durante el cual pueda producirse escasez.
Los resultados preliminares de la investigación de la Comisión indican que numerosos mecanismos de capacidad existentes se diseñaron sin evaluar previamente si en el mercado de referencia existía un problema de seguridad de abastecimiento. Casi la mitad de los Estados miembros examinados no han comprobado adecuadamente cuál debe ser su nivel apropiado de seguridad de suministro antes de poner en marcha un mecanismo de capacidad.
Por otra parte, los métodos de evaluación de la seguridad de suministro varían ampliamente entre los Estados miembros, lo que hace difícil la comparación y cooperación transfronterizas. Muchas de las evaluaciones adoptan una perspectiva exclusivamente nacional y no tienen en cuenta un posible suministro desde países vecinos. Sin un método profundo y más armonizado para detectar problemas y calcular el riesgo, los mecanismos de capacidad podrían utilizar fondos públicos para financiar una capacidad cara e innecesaria que dé lugar a precios más elevados para los consumidores y empresas de la UE.
Graves problemas en los mecanismos de capacidad actuales
El informe provisional pone de relieve problemas importantes en relación con el diseño de los mecanismos de capacidad en algunos Estados miembros. En primer lugar, la Comisión constató que muchos de ellos no han evaluado adecuadamente cuál sería la mejor forma de incrementar la seguridad de suministro.
En segundo lugar, en la mayoría de los Estados miembros el precio pagado por capacidad en el sector de la electricidad no se determina mediante un procedimiento competitivo, sino que lo establece el Estado miembro o se negocia bilateralmente con el proveedor de capacidad, lo que crea un riesgo grave de pago excesivo, convirtiéndose así en una subvención al proveedor.
En tercer lugar, numerosos mecanismos de capacidad no permiten a todos los posibles proveedores de capacidad o tecnologías participar en ellos, lo que puede limitar innecesariamente la competencia entre proveedores o subir el precio pagado por la capacidad. Por último, la investigación muestra que las centrales eléctricas de otros Estados miembros raramente están autorizadas a participar, directa o indirectamente, en mecanismos de capacidad nacionales.
Si se confirman estas inquietudes, tales mecanismos de capacidad pueden falsear la competencia y dar lugar a precios más elevados de la electricidad, al favorecer indebidamente a determinados productores o tecnologías, y pueden crear obstáculos al comercio transfronterizo de electricidad. Es lo que sucede en seis países entre los que está España.
Próximos pasos
El informe intermedio publicado hoy queda abierto para consulta pública. La Comisión pide a los Estados miembros, a las partes interesadas en el sector de la electricidad y a otras partes que presenten observaciones sobre el informe y el documento de trabajo adjunto antes del 6 de julio de 2016. A la luz de los comentarios recibidos, la Comisión publicará un informe final sobre los resultados de la investigación sectorial este mismo año. Mientras tanto, la Comisión prosigue la evaluación de los mecanismos de capacidad con arreglo a las normas sobre ayudas estatales de la UE, y en particular las Directrices de 2014 sobre ayudas estatales para la protección del medio ambiente y la energía.