Cameron tiene por delante un papelón para explicar la noticia que publica 'The Guardian' este lunes. En dos cumbres financieras que se celebraron en Londres en 2009 se espiaron las llamadas telefónicas y los correos electrónicos de altos funcionarios extrenjeros.
Los delegados de los países que participaban en las reuniones del G20 utilizaron los ordenadores de los cibercafés, que puso a su servicio la organización de la cumbre y que habían sido 'revisados' por la inteligencia británica.
Los negociadores británicos conocían antes de sentarse a la mesa para negociar con sus homólogos de otros países si estos estaban dispuestos o no y por dónde deberían ir las conversaciones. Según el periódico británico entre las delegaciones a las que se les hizo ese seguimiento figuran las de Sudáfrica y Turquía.
En cuanto al conflicto de Siria ocupará en primer lugar la reunión entre el presidente de EE UU, Barack Obama y el ruso, Vladimir Putin que difieren absolutamente del método a emplear.
Mientras que el norteamericano es partidario de aumentar su apoyo aunque no ha hablado de proveer de armas a la oposición, una vez que dice haber comprobado que han utilizado armas químicas.
Putin ha dejado clara su postura en contra a su llegada a Londres «Creo que todos estarán de acuerdo con el hecho de que no vale la pena apoyar a personas que no sólo matan a sus enemigos, sino que también se comen sus órganos en público y ante las cámaras», en referencia al vídeo que se conoció en mayo de un rebelde sirio extrayendo las vísceras de un soldado gubernamental.
Otro encuentro bilateral tendrá lugar entre Putin y el presidente francés, François Hollande, se supone que este presentará las pruebas de la utilización de gas sarín por parte del régimen sirio. Francia y Reino Unido son partidarios de la entrega de armas a los rebeldes.