Otros lugares como el Atlántico nororiental, que incluye los mares del Norte y Báltico, tienen mejores perspectivas: la sobrepesca ha disminuido, pasando del 86%, es decir 30 poblaciones eran objeto de sobrepesca de 35 evaluadas en 2009 al 41% solo 19 poblaciones de un total de 46 en 2014.
«Me preocupa extraordinariamente la pésima situación del mar Mediterráneo», ha dicho la Comisaria Europea de Pesca y Asuntos Marítimos, Maria Damanaki. «Ahora que los científicos han evaluado muchas más poblaciones de peces a lo largo de los últimos cinco años, es preciso rendirse a la evidencia: el mar Mediterráneo está sufriendo una intensísima sobreexplotación».
Según la comisaria es necesario adoptar planes de pesca regionales para que las capturas disminuyan a niveles sostenibles. Damanaki ha hecho hincapié en que «si no actuamos ahora, perderemos el enorme potencial de estos recursos para las generaciones futuras».
Según la Comisión en el Mediterráneo hay relativamente poco asesoramiento científico pero el conocimiento disponible sugiere una situación preocupante. Más del 96% de las poblaciones evaluadas de peces que viven en el fondo son víctimas de sobrepesca en el Mediterráneo, y el 100% en el Mar Negro.
De las poblaciones pelágicas en aguas intermedias, más del 50% están sobreexplotadas, y el 33% en el Mar Negro.
En el Mediterráneo, la pesca no está regulada por los TAC y las cuotas (excepto para el atún rojo), sino a través de medidas de gestión establecidas en el Reglamento del Mediterráneo.
La situación es muy complicada, hay más poblaciones de peces, más flotas pesqueras, y un gran número de pequeñas embarcaciones de pesca.
En consonancia con el Reglamento del Mediterráneo, los Estados miembros están adoptando planes a nivel regional o nacional para limitar el esfuerzo de pesca teniendo en cuenta el tamaño de la flota o la cantidad de tiempo que pueden pescar a niveles sostenibles en un sector.
Es necesario multiplicar estos planes para eliminar la sobrepesca y alcanzar los objetivos de la nueva política pesquera común. La comisaria Damanaki espera debatir esos planes con todos los ministros de Pesca de los Estados miembros del Mediterráneo.
En la zona del Atlántico nororiental, está ocurriendo lo contrario las poblaciones de peces se recuperan. La comisaria ve en eso la prueba de que, «con la normativa adecuada, es posible poner fin a la sobrepesca».
«Cuando se dispone de los conocimientos científicos adecuados, cuando las capturas se establecen al nivel correcto y cuando -lo más importante de todo- los pescadores se suman a los esfuerzos para proteger las poblaciones, no me cabe duda de que la mejoría se va a producir. Estos son los principios en que se basa la política pesquera común reformada», ha insistido Damanaki.
La Comisión fijará las posibilidades de pesca, los niveles de los totales admisibles de capturas (TAC), de las cuotas y del esfuerzo pesquero, para 2015 este octubre. Para calcularlos pide la opinión de los Estados miembros, el sector pesquero y las organizaciones no gubernamentales en los consejos consultivos regionales, así como de los ciudadanos y organizaciones interesadas, a través de una consulta pública en línea.
Es la primera consulta sobre posibilidades de pesca desde la entrada en vigor de la reforma de la política pesquera común el 1 de enero de 2014.
Las principales metas de la Comisión son eliminar gradualmente la sobrepesca con arreglo al objetivo de la nueva política pesquera común, suprimir progresivamente la práctica consistente en devolver al mar las capturas no deseadas y restituir el poder de decisión a las partes interesadas a nivel regional.