El Cuadro de indicadores de primavera de la Comisión Europea muestra una clara recuperación de los consumidores en casi todos los países miembros y que cada vez se compra más por Internet aunque los consumidores prefieren hacerlo en empresas de su propio país.
Los compradores desconfían de las compras a larga distancia, aunque cuando han probado y el resultado ha sido positivo no dudan en repetir. El comisario de Política de Consumidores, John Dalli, cree que la desconfianza en las compras transfronterizas tiende a desaparecer, aunque todavía queda mucho trecho por recorrer «para eliminar las barreras que siguen existiendo y que perjudican a la economía, las empresas y los consumidores europeos». Esta modalidad de compra solo ha crecido un 9% frente al 8% del año anterior.
El comercio electrónico nacional ha aumentado el último año. Un 36% de los consumidores de la UE han realizado compras por Internet dentro de su propio país, frente a un 34% el año anterior.
Lo que más preocupa a los consumidores a la hora de adquirir productos fuera de su país son los fraudes y los timos en primer lugar, le sigue no tener muy claro qué deberían hacer si surgiera algún problema y en tercer lugar piensan que puede haber problemas a la hora de efectuar la entrega de la compra.
Sin embargo en la práctica el comercio electrónico transfronterizo es tan fiable como el nacional, o incluso más asegura la Comisión Europea.
Pero el mayor problema de este comercio parece que proviene de la oferta. El porcentaje de minoristas que venden a otros países de la UE se ha reducido el último año al 22%, el año anterior fue de un 25%.