El informe, Progress on Drinking Water and Sanitation 2012 (Progreso en el agua potable y saneamiento 2012) , publicado conjuntamente por la OMS y la UNICEF, dice que a finales de 2010 un 89 por ciento de la población mundial, es decir, 6100 millones de personas, utilizaban ya fuentes mejoradas de agua potable. Se estima que en 2015, llegará a un 92 por ciento. Para la directora general de la OMS, Margaret Chan, «Proporcionar un acceso sostenible a fuentes mejoradas de agua potable es una de las cosas más importantes que podemos hacer para reducir las enfermedades».
Se entiende por fuentes mejoradas de agua a las que están protegidas de la contaminación exterior, especialmente de materia fecal, aunque el agua que contenga pueda no ser absolutamente segura para beber. Entre 1990 y 2010, más de 2000 millones de personas obtuvieron acceso a esta agua suministrada por medio de pozos y tuberías. Un logro, dice el Director Ejecutivo de UNICEF, Anthony Lake, que señala que más de 3000 niños mueren todos los días en el mundo a causa de enfermedades diarreicas. Un logro, también para miles de mujeres y niñas que tenían que acarrear el agua cada día caminando grandes distancias. Aunque en muchos casos ha llegado para las personas más ricas, mientras que los más pobres están bastante rezagados.
Pero no es una victoria total. La inmensa mayoría de esas personas que tienen ahora acceso al agua potable viven en India y China, dos economías boyantes que «representan casi la mitad del progreso mundial en lo que a los objetivos del agua se refiere», dice el informe. Estos dos países tienen el 46 por ciento de la población en vías de desarrollo del mundo. En los países menos desarrollados, el agua potable sólo ha llegado al 63 por ciento de las personas, que en África subsahariana es el 61 por ciento. El informe proporciona datos actualizados de las zonas rurales. En los países más pobres 97 personas de cada 100 que viven en el campo no tienen agua potable mejorada y el 14 por ciento bebe agua de superficie, ríos, estanques o lagos.
En cuanto al saneamiento, Barbara Frost, directora del grupo de campaña de WaterAid, dice que «las enfermedades diarreicas causadas por saneamientos inadecuados son la principal causa de muertes infantiles en África en la actualidad».
El informe de UNICEF-OMS destaca que el mundo está lejos de alcanzar la meta de saneamiento de los ODM y no es probable que lo consiga de aquí a 2015. Solamente el 63 por ciento de los habitantes del planeta tienen acceso a un saneamiento mejorado, y los cálculos indican que dentro de tres años habrá llegado al 67 por ciento, muy por debajo del objetivo marcado del 75 por ciento.
De los 1100 millones de personas que todavía defecan al aire libre en el mundo, la gran mayoría vive en zonas rurales. Aunque no tiene nada que ver con el acceso al agua mejorada, el 17 por ciento de la población rural de América Latina y Caribe y el 9 por ciento del norte de África lo hacen. Lo más curioso es que en países con economías que han evolucionado de manera notable el número de personas que defecan al aire libre es enorme, 626 millones en la India, 14 millones en China y 7,2 millones en Brasil.