La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) advierten de que la República Centroafricana necesitará una larga y costosa operación humanitaria durante al menos los próximos 18 meses para frenar un daño cada vez mayor, y allanar el camino para reconstruir los medios de subsistencia.
Los dos organismos de la ONU emitieron un informe al tiempo que tomaban medidas para ayudar a los desplazados y a otras familias afectadas por el conflicto a conseguir acceso inmediato a alimentos y dinero en efectivo, a la vez que preparan una temporada de siembra crucial que ayudará a las familias a obtener alimentos e ingresos a largo plazo.
La evaluación conjunta explica que el conflicto generalizado desde diciembre de 2012 ha causado la destrucción de medios de vida y la pérdida de alimentos y cultivos comerciales, ganado y activos productivos fundamentales en todo el país.
Como resultado, cerca de 1,6 millones de personas directamente afectadas por la crisis necesitan alimentos con urgencia, más del doble del nivel calculado hace poco más de un año, en febrero de 2013. Asimismo, a finales de marzo había ya cerca de 625.000 personas desplazadas a causa del conflicto.
Desde principios de 2013, la población centroafricana viene teniendo que afrontar graves problemas para acceder a los alimentos debido a la disminución de los suministros, la perturbación del comercio, y la pérdida de poder adquisitivo. El desempleo es rampante en todos los sectores, tanto el formal como el informal, y los funcionarios públicos llevan varios meses sin cobrar.
Se ha producido una drástica disminución en la diversidad de la dieta, y una reducción del consumo de proteínas animales, lo que plantea una gran preocupación sobre la nutrición y la salud familiar, especialmente entre los niños.
«El nivel de indigencia entre muchas de las familias que he visto recientemente en la República Centroafricana es impactante y, sin embargo, todavía hay esperanza para mejorar las perspectivas inmediatas y a largo plazo de la población, si somos capaces de actuar en una escala lo suficientemente amplia como para restablecer los medios de subsistencia y la seguridad alimentaria», asegura Dominique Burgeon, Directora de la División de Emergencia y Rehabilitación de la FAO.
«En primer lugar y ante todo, tenemos que ver el fin de la violencia. Al mismo tiempo necesitamos ayudar a salvar vidas y reconstruir los medios de subsistencia», señala Arif Husain, Economista jefe del PMA. «Cada día que pasa –añade- sólo hace que la ayuda de emergencia sea más difícil y más cara y conduce a la pérdida de más vidas inocentes».
El sector agrícola, de vital importancia, se redujo en casi un 37 por ciento en 2013 y los empresarios que gestionaban la mayor parte de las actividades comerciales y de transporte se han marchado. Esto, sumado a la escasez de vehículos adecuados, está afectando seriamente al comercio interno, la disponibilidad de alimentos y los mercados de importación y exportación.
«Las perspectivas para la campaña agrícola de 2014, que comienza en marzo/abril, son sombrías, dado el nivel de inseguridad y la falta de herramientas agrícolas», asegura el informe. La agricultura -la columna vertebral de la economía, que aporta cerca del 57 por ciento del PIB- ha sido el sector más afectado.
La temporada de lluvias que comienza este mes es un grave problema para una red de carreteras ya inadecuada, amenazando con hacer muchos lugares inaccesibles y dificultando el posicionamiento previo de las reservas de alimentos y materias primas agrícolas.
El informe recomienda que se consideren programas de transferencia de dinero en efectivo en las zonas urbanas con cadenas de suministro de alimentos relativamente más seguras. Las transferencias de dinero podrían ayudar a revitalizar el ahorro y los préstamos de la comunidad para reanudar las economías locales. También podrían combinarse con la ayuda alimentaria en especie.
El informe indica que la ayuda alimentaria debe incluir alimentos preferidos y disponibles a nivel local, como yuca, arroz y maíz. Las compras locales para la distribución en la misma zona también aliviarán la presión sobre la logística y refuerzan el disponer de dinero en metálico.
Doble enfoque
La FAO tiene un enfoque de doble vía para mejorar la seguridad alimentaria en la República Centroafricana. En primer lugar, se proporcionarán insumos agrícolas esenciales como semillas y herramientas a unas 75 000 familias a tiempo para el período de siembra que comienza en abril.
Además, un plan integral tiene como objetivo ayudar a más de 400 organizaciones de productores y las asociaciones de mujeres a recuperar sus medios de vida y crear resistencia.
El PMA por su parte presta asistencia a 1,25 millones de mujeres, niños y hombres en el país africano. Proporciona asistencia alimentaria a los desplazados internos, apoyo nutricional para niños desnutridos, mujeres embarazadas, madres lactantes y personas con VIH/SIDA, además de alimentación escolar de emergencia para los niños.
En marzo tan solo se había conseguido un tercio de la financiación que el PMA necesita. Como resultado, las personas vulnerables y desplazadas recibían únicamente medias raciones con menos tipos de alimentos.
Se necesitan fondos con urgencia para proporcionar suficiente ayuda de supervivencia a un número creciente de personas durante la actual temporada de lluvias y la temporada de carestía. Este período, en el que nos encontramos, es cuando las necesidades de alimentos son mayores.