Liu Xiaobo, de 54 años, casado y sin hijos ha sido galardonado este viernes con el premio Nobel de la Paz por su lucha a favor de los derechos humanos. El galardón ha desatado la indignación en el régimen de Pekín que en un comunicado ha dicho que las acciones del disidente «son contrarias a los objetivos del Premio Nobel de la Paz» y añade «Al atribuir el galardón a esta persona, el Comité Nobel ha violado y blasfemado ese premio». China llevaba días advirtiendo de que si Liu Xiaobo era premiado consideraría como un «gesto inamistoso» que el Gobierno noruego lo felicitase. Cosa que ha hecho el primer ministro de Noruega, país en el que se concede el Nobel de la Paz, Jens Stoltenberg, nada más conocerse en quien ha recaído el premio.
Por su parte, la poetisa Liu Xia esposa de Xaobo, que está en su domicilio bajo vigilancia policial , ha dicho en un comunicado «Espero que la comunidad internacional aproveche esta oportunidad para presionar por la libertad de mi marido». Liu Xia es la única persona que puede visitar en la cárcel al premio Nobel de la Paz 2010, así que este no conocerá que ha sido el elegido hasta la próxima visita.
El talante pacifista del disidente es algo que ha destacado especialmente el presidente del Comité noruego del Nobel, Thorbjoern Jagland, cuando ha afirmado c«reemos en la estrecha conexión entre derechos humanos y paz».
Liu, fue encarcelado por participar en la redacción y difusión de la Carta 08, junto a otros 303 intelectuales y artistas. En el texto se pide libertad de reunión, de expresión y de confesión, entre otros derechos constitucionales. Ha reunido más de 10.000 firmas. La actual es la tercera condena que cumple desde que en 1986 inició la lucha por el desarrollo de la democracia en su país.
El Nobel ha sido acogido con satisfacción por personalidades y Organizaciones de todo el mundo. El presidente del Parlamento Europeo, Jercy Buzeck, en su felicitación se ha referido a las conversaciones que la UE y China han mantenido esta semana «China y Europa están en curso de construir un puente, pero un pilar esencial de ese puente debe ser el Estado de Derecho».
Más tibio en sus expresiones ha sido el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Joao Barroso, quien en un comunicado se abstuvo de pedir la liberación de Liu limitándose a señalar que el Premio es «un mensaje fuerte para todos los que en el mundo luchan por la libertad y los derechos humanos».