La canciller alemana Angela Merkel y el presidente francés Nicolás Sarkozy, han enviado este miércoles una carta al presidente del Consejo europeo con las conclusiones de la reunión que mantuvieron sobre la gobernanza económica europea. En ella prevén sanciones para los que no cumplan con los objetivos de estabilidad, se podrán quedar sin los fondos estructurales y de cohesión. Al Gobierno español no le preocupa esa posibilidad, su portavoz José Blanco, ha dicho que España está dispuesta a cumplir con los compromisos.

En general el Gobierno de Rodríguez Zapatero, se ha mostrado bastante de acuerdo con las conclusiones de Merkel y Sarkozy. Avanzar en el establecimiento de un «verdadero gobierno económico europeo» le parece una medida positiva, y en cuanto a la introducción de una tasa a las transacciones financieras el portavoz del Gobierno José Blanco, ha comentado que es algo que ya se barajó durante la presidencia semestral española en 2010. El Gobierno español ratifica su posición favorable a la creación de eurobonos -títulos de deuda europea- aunque Blanco admite que es pronto para que esta medida se establezca.

Desde la Unión Europea, el presidente de la Comisión Durao Barroso y el comisario de economía Olli Rehn, en un comunicado conjunto califican la reunión como «un paso adelante» y una importante contribución política a los «trabajos en curso». Hacen hincapié en el impuesto a las transacciones financieras y en la limitación de la Deuda en las Constituciones nacionales de la eurozona.

Aunque precisamente, introducir ese artículo en las Constituciones no le ha parecido tan sencillo a muchos de los países de la zona euro. La ministra de Finanzas de Finlandia ha dicho que tocar la Constitución de su país no le «emociona» especialmente. En general no es una medida sencilla de adoptar. En España la idea de modificar la Constitución es un tema que levanta ampollas, además habrá elecciones en noviembre de este año y no se llegaría a tiempo para el verano de 2012 que proponen Sarkozy y Markel. Francia vota en primavera y el propio Sarkozy no sabe qué apoyos va a encontrar en el Parlamento. Ahora tiene problemas para encontrar respaldos suficientes. En Italia ya se debate la cuestión después de los problemas de deuda en los que está inmersa. Bélgica no tiene Gobierno estable, en Austria requeriría la celebración de un referéndum. La que mejor lo tiene es Alemania, desde 2009 figura en su Constitución.

Pero no es todo, Merkel y Sarkozy, proponen que a partir del próximo marco presupuestario plurianual en 2014, se puedan suspender los fondos estructurales y de cohesión de los Estados que incumplan el pacto de Estabilidad y Crecimiento.

En cuanto al impuesto a las transacciones financieras, es algo sobre lo que se debate regularmente, el ministro de Finanzas de Irlanda, Michael Noonan, insiste en que se debería aplicar a la Europa de los veintisiete y no solamente a la eurozona y ahí se tropieza con la oposición de Reino Unido.

En definitiva, propuestas ya conocidas que deberán ser manejadas con guante blanco por el presidente del Consejo europeo, Herman Van Rompuy, sobre el que recae una de las principales responsabilidades, la de ser el posible primer presidente de ese «verdadero gobierno económico» de la eurozona.

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