El Fiscal general de Irán, Gholam Hossein Mohseni Ejei, ha anunciado que Sakineh Ashtianí, condenada a muerte por lapidación acusada de adulterio, será ahora ejecutada en la horca, por complicidad en el asesinato de su marido. Según el Fiscal, este delito prevalece sobre el primero. De esta forma quieren tapar el escándalo a nivel mundial que levantó la condena por lapidación.
El Fiscal dice también que este asunto «no debería ser politizado» y añadió que la judicatura iraní no se verá «influenciada por la campaña de propaganda lanzada por los medios occidentales». El caso es que a principios de septiembre se paró el cumplimiento de la sentencia de lapidación afirmando que habría una revisión de la sentencia y ahora, sin que se conozca otro juicio se hace pública la nueva condena. Los hijos de Ashtianí no cesan de pedir ayuda a la comunidad internacional para que su madre no sea ajusticiada.
Según Amnistía Internacional, Irán es el país que más ejecuciones lleva a cabo por detrás de China. El asesinato, el adulterio, la violación, el robo a mano armada, la apostasía o el tráfico de drogas son delitos penados con la muerte. La forma de ejecutarlo (lapidación o la horca) depende del delito y de si el condenado es hombre o mujer.