Todavía quedaba Rusia por levantar las restricciones a los vegetales europeos. No ha bastado que se descubriera el origen del brote en unas semillas importadas de Egipto, han sido necesarias conversaciones al más alto nivel. El 10 de junio los presidentes Barroso y Mevedev alzanzaron un acuerdo para sustituir la prohibición por un sistema de certificación temporal que se debería suspender cuando hubieran transcurrido diez días sin que se produjera ningún caso relacionado con la E.coli O104 en los Estados miembros. El último caso humano se registró el miércoles 27 de julio y este martes Rusia abrirá sus fronteras a los vegetales europeos. El 2 de junio, la Federación rusa aplicó una prohibición a las importaciones de todos los vegetales europeos. La Comisión europea consideró que era una medida desproporcionada e injustificada científicamente.

Después de acusar de una forma arbitraria a los pepinos españoles de ser los causantes de la epidemia se localizó la fuente infecciosa en una granja del sur de Hamburgo. Finalmente se estableció que la causa procedía de unas semillas de alholva importadas de Egipto. Se destruyeron las semillas y se suspendieron las importaciones de estas semillas para germinados.

Durante el brote de E.coli enfermaron 3.910 personas en la UE y Noruega. De ellas 46 murieron.