Para algunos, se trata de un nuevo desafío de Vladimir Putin a EEUU y para otros, de un nuevo acercamiento de Rusia a América Latina. Y todo ello coincidiendo con las declaraciones del jefe militar de la OTAN denunciando la entrada de tropas rusas en el este de Ucrania, algo que Moscú ha tildado de acusación sin fundamento en medio de un conflicto que puede llegar a convertirse en crónico en esta parte de Europa.
Rusia busca una política más activa hacia América Latina y ha anunciado que se están planeando varias bases militares en Nicaragua, Venezuela o Cuba, eternos aliados de Moscú y donde en el caso de este último país, ya ha anunciado una condonación del 90% de la deuda que Cuba tiene con Rusia. Los vuelos militares sobre el Caribe y el Golfo de México, se sumarían a los que tuvieron lugar hace pocos meses sobre diferentes puntos del Mar Báltico y el Mar del Norte. Acciones que indignaron y sorprendieron a las autoridades europeas.
Tras un largo periodo de paz, Putin retomó estos vuelos en 2007 de forma esporádica, sin embargo pretende volverlos ahora cada vez más frecuentes. Desde EEUU han preferido mostrarse cautelosos ante esta acción e incluso el portavoz del Pentágono, Steve Warren, se ha negado a calificar la vuelta de los aviones rusos como una provocación. Por su parte el gobierno de México, aún no ha reaccionado públicamente ante la decisión rusa de patrullar el Golfo. La postura de Rusia es clara; como cualquier otro país, dice, tiene derecho también a operar en el espacio aéreo y marítimo internacional.
Para Washington es más preocupante, al menos de momento, el nuevo aumento de tensión entre Ucrania y los pro-rusos, Moscú sigue negando que esté apoyando a los rebeldes con tropas y equipamiento militar. Algo en lo que no coincide la OTAN, que ha advertido a Rusia que los recientes bombardeos en la ciudad de Donetsk y las denuncias de que los rebeldes están recibiendo apoyo militar ruso hacen peligrar el frágil alto el fuego acordado hace tres meses.
EEUU sigue culpando a Rusia de apoyar a los rebeldes. Así lo ha declarado la portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki. Quien ha afirmado que Washington ha estado preocupado durante meses «por el impacto de las acciones ilegales de los separatistas apoyados por Rusia» y ha agregado que continúa trabajando con la Unión Europea para ver cómo pueden imponer más sanciones a Moscú por «su comportamiento inaceptable».
Acuerdo con Irán sobre energía nuclear
Y si la tensión internacional de Occidente con Rusia fuera poca, ahora se suma otro eterno aliado ruso, Irán. También en esta semana, Teherán y Moscú han firmado un contrato para la construcción de ocho nuevos reactores nucleares, cuatro en la central iraní de Bushehr y los otros cuatro en otra ubicación. La capacidad del único reactor en funcionamiento de Bushehr, bajo la supervisión continua desde septiembre de 2011 de la Organización de la Energía Atómica, es de 1.000 megavatios.
Ambos países también estudian la posibilidad de producir de forma conjunta combustible nuclear para construir en un futuro más bloques de energía. En dicho contrato, también figura un memorando de entendimiento sobre la ampliación de la cooperación en el campo de la energía nuclear con fines pacíficos.