Las proyecciones de voto dan al partido de Putin casi el 50% de los sufragios, un buen resultado que, sin embargo, dejará el número de escaños de Rusia Unida muy por debajo de los dos tercios que ahora tiene en la Duma.
La pérdida de apoyo de Putin repercute en el ascenso de otras tres fuerzas políticas: el Partido Comunista, con el 19,84 %, seguido de Una Rusia Justa (13,11 %) y del Partido Liberal Demócrata (12,70 %).
El primer ministro ha dicho que «es un resultado óptimo que refleja la situación real en el país. A partir de este resultado podemos asegurar el desarrollo estable del país». Sin embargo, los comicios se presentaban como un plebiscito para calibrar la popularidad de Putin y sus aspiraciones para volver a ser presidente, en las elecciones de dentro de tres meses.
Organizaciones opositoras al gobierno han denunciado ciberataques contra sus sitios web y el Partido Comunista, segundo más votado, habla de fraudes masivos, igual que algunas ONG y asociaciones de defensa de los derechos humanos. El propio ministerio del Interior ha admitido numerosas irregularidades que asegura serán analizadas.