Los tres partidos que forman la coalición de Gobierno discuten la forma de cerrar el acuerdo sobre las nuevas medidas que exige la «troika» para entregar un nuevo tramo del rescate de 31.500 millones de euros antes de que Atenas se quede sin dinero para efectuar los pagos necesarios.
La deuda pública griega en estos momentos equivale al 171 por ciento de su producción, según el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El partido Izquierda Democrática (Dimar), tiene 16 escaños, el gobierno 176, en un Parlamento de 300 asientos por lo que no necesitaría los votos de ese partido. Pero Dimar forma parte de la coalición de Gobierno y esta quedaría muy tocada con el voto en contra de unas medidas que ya tienen al pueblo griego en contra.
Dimar exige al gobierno que retire la reforma laboral o que, al menos, la posponga. De esa manera podría votar a favor del presupuesto y oponerse a la reforma laboral. También el socialdemócrata Pasok tiene reticencias en cuanto a la reforma de las condiciones de trabajo.
El presidente Samaras tiene prisa, quiere presentar este lunes el acuerdo definitivo al Eurogrupo y a continuación iniciar la tramitación parlamentaria.
Por otra parte la «troika» formada por la Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) tiene ya a punto su informe sobre Grecia que permitirá la entrega de un nuevo tramo del rescate concedido. Así mismo permitirá dos años más para aplicar las reformas a cambio de más ajuste y una nueva quita de la deuda, para los acreedores públicos.
Se trataría de que los Estados miembros en posesión de deuda soberana griega acepten perder dinero. De entrada Alemania se niega. Según el ministro alemán de finanzas la legislación comunitaria prohíbe a los Estados miembros dar más dinero «a quien no cumple con su obligación» y propone un programa de recompra de bonos antiguos a su precio actual.
El BCE que tiene 40.000 millones de euros de deuda griega, dice que él no puede unirse a esta nueva quita, sus estatutos se lo prohíben.
Como ya dio a entender el eurogrupo, Grecia podrá contar con dos años más para cumplir con las medidas, pero como como no es costumbre dar nada sin pedir algo a cambio, Grecia tendrá que hacer más ajustes por valor de unos 13.500 millones de euros más.
Aunque Grecia ya ha cumplido con el 40 por ciento de las reformas, a las que se comprometió para recibir el rescate, el nuevo Memorándum recoge otras 150, entre las que se incluye liberalizar el mercado laboral, despido más fácil, reducción del salario mínimo y eliminación de algunos privilegios en ciertas profesiones que ya están recogidas en los nuevos presupuestos.