Se llama Johannes Kepler, como el astrónomo alemán que formuló las leyes del movimiento de los planetas, pesa 20 toneladas y ahora viaja por el espacio con suministros para la Estación Espacial Internacional (ISS). Es el Vehículo Automatizado de Transferencia (ATV-2) y representa una de las misiones más destacadas de la Agencia Espacial Europea.
Un cohete Ariane, en su lanzamiento número 200, despegó la pasada madrugada desde la base de Kurú, en la Guayana Francesa, con el ATV-2. Era el segundo intento, porque la noche anterior se detectó una anomalía de la medida del nivel de la reserva de oxígeno líquido.
A 260 kilómetros de altitud, el ATV-2 se separó y desplegó sus paneles solares, que le aportan la energía suficiente para llegar y acoplarse a la ISS el 24 de febrero. El director general de la ESA, Jean-Jacques Dordain, ha dicho que el lanzamiento se ha realizado «en un momento frenético en las operaciones de la ISS, con las naves HTV, Progress, ATV y el Transbordador Espacial yendo y viniendo».
Su misión es reabastecer a la ISS con 100 kilos de oxígeno y 1,6 toneladas de víveres para los seis tripulantes, carburante y material científico, además de ayudarla a cambiar de órbita. Permanecerá acoplado a la Estación durante tres meses, en los que cargará las aguas residuales y los desechos, que se desintegrarán durante el regreso junto a la nave.
Según Dordain, «el ATV-2 es el resultado tangible de la capacidad técnica y del apoyo político de los Estados Miembros de la ESA y de la cooperación internacional».