Todo parece nuevo en este referendo, desde la posible destitución del presidente, el conservador Traian Basescu, hasta el horario. Los 18.000 colegios electorales, de los que 306 están en el extranjero, permanecerán abiertos hasta las 21:00 GMT, que serán las 23:00 hora local.
El ejecutivo, de centroizquierda presidido por Victor Ponta, que ha promovido el referendo, ha modificado por decreto dos leyes relacionadas con la revocación del jefe del Estado para allanar el camino al cese del presidente. El Tribunal Constitucional y las presiones de Bruselas, que se ha llevado las manos a la cabeza con las diferentes etapas de esta historia, han puesto algunas piedras en esa ruta.
Traian Basescu ha denunciado que el Gobierno prepara un fraude masivo y ha llamado al boicot de las votaciones para que no se llegue al quórum necesario de la mitad más uno para que las validen. Por su parte, Ponta y su aliado liberal y presidente interino, Crin Antonescu, acusan al presidente de atentar contra la democracia por llamar a la abstención.
Los sondeos dan un 70 por ciento a favor de la destitución y una participación en torno al 52 por ciento. Si esto sucede, Rumanía deberá convocar elecciones presidenciales después del verano a la vez que las elecciones legislativas previstas.
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