Rubalcaba ha enviado una carta a todos los líderes socialdemócratas europeos, entre ellos, al Presidente del Partido Socialdemócrata alemán (SPD), Sigmar Gabriel; al Primer Secretario del Partido Socialista francés, Désir Harlem; al Secretario Nacional del Partido Democrático de Italia, Pier Luigi Bersani; al líder del Partido Laborista británico, Ed Miliband, y al Secretario General de los socialistas portugueses, Antonio José Seguro.
Les propone celebrar una cumbre a principios de 2013, con un llamamiento a «unir sus esfuerzos» para «trabajar unidos y presentar una agenda alternativa para un progreso compartido en Europa». Rubalcaba ha solicitado la celebración de la reunión al presidente del Partido Socialista Europeo, Sergei Stanishev.
Su argumento es que las recetas de la derecha para afrontar la crisis, basadas en un «severo calendario de reducción del déficit», han sido «un fracaso total y no han propiciado la recuperación económica después de tres años de recortes sociales, aumento de impuestos y ausencia de inversión», sino que, al contrario, «nos ponen de nuevo al borde de otra recesión», según un comunicado difundido por el PSOE.
Para el jefe de la oposición española, hay tres grandes aspectos en los que se puede trabajar: «un enfoque más gradual en la reducción del déficit», «un fuerte paquete de medidas de mejora del crecimiento que conduzcan a la creación de empleos» y una política monetaria en la que BCE actúe como la Reserva Federal de EEUU. «Estos tres elementos, -asegura Rubalcaba- constituirían los cimientos de nuestra estrategia para superar la crisis económica y de nuestra propuesta a los ciudadanos europeos para las próximas elecciones en 2014».
Esta misma semana, el líder del grupo socialdemócrata en el Parlamento Europeo, Hannes Swoboda, reclamó también un cambio radical en la política económica de la Unión Europea, al hacer balance del año. «2012 ha estado marcado por duras políticas de austeridad por la mayoría de los líderes conservadores en Europa. El impacto en los europeos ha sido dramático. Para ellos, ha sido un año perdido en muchos aspectos», aseguró. Swoboda insistió en que «la perspectiva para 2013 indica que podríamos ver otro año perdido si no cambiamos radicalmente nuestra política e invertimos más en crecimiento».