Desde 2005 la Unión Europea está tratando de que se abaraten las llamadas en itinerancia, es decir cuando uno llama o recibe llamadas desde otro país de la UE diferente al que tiene contratado el servicio y la conexión a internet. Por fin lo ha conseguido. Según la Comisión Europea las llamadas serán un 73% más baratas que cuando comenzó las gestiones.
En palabras de la vicepresidenta de la Comisión responsable del tema, Neelie Kroes, «Se han acabado las facturas exorbitantes para los turistas o los viajeros de negocios que naveguen en Internet con teléfonos inteligentes u ordenadores portátiles cuando se encuentren en otro país de la UE. Así como las llamadas telefónicas.»
Según el reglamento que la UE estableció en 2009, los clientes de telefonía móvil u ordenador podían fijar su propio límite de gasto por encima del cual el servicio se interrumpiría. Ahora, desde el próximo 1 de julio, si el cliente no ha fijado el límite mensual, la operadora deberá interrumpir el servicio a partir de los 50 euros. En los países que no pertenecen a la zona euro se calculará según el cambio oficial. Así se evitará que a los usuarios se les vaya la mano y les pase como a un viajero alemán que se bajó un programa de televisión cuando estaba en Francia y se llevó un susto de muerte cuando recibió una factura de 46.000 euros.
Ahora las operadoras deberán informar de las tarifas cada vez que se traspasen las fronteras de un país de la UE y enviar un correo electrónico cuando lleguen al 80% del límite fijado. El año próximo habrá otra rebaja.
En cuanto a las llamadas de voz se rebajarán un 10%, de 43 a 39 céntimos por minuto para las llamadas, y más del 20%, de 19 a 15 céntimos por minuto, para las que se reciban. El aviso de la llegada de un mensaje será gratuito, pero habrá que seguir pagando por escucharlo. El precio por SMS seguirá siendo de 11 céntimos mensaje. Cada país deberá cuidar de que se adapten las tarifas.