El presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, asegura que el nuevo calendario «nos permitirá finalizar nuestra estrategia global para la crisis de deuda soberana de la eurozona». La decisión llega después de la reunión entre Merkel y Sarkozy, en la que anunciaron una solución duradera y sostenible.
Todo va despacio en la UE. El pacto entre Francia y Alemania sobre recapitalización de los bancos, del que no se dieron detalles, tiene que cuadrar con los planes de la Comisión Europea, anunciados por Barroso, en el mismo sentido, a la vista del endeudamiento del sector. La flexibilización del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera para que pueda dar préstamos a los gobiernos y recapitalizar bancos está pendiente de flecos técnicos, tres meses después de aprobada su reforma.
Laconcesión del tramo del rescate griego por 8.000 millones de euros depende del informe que hagan los expertos que han analizado la viabilidad de los planes de ajuste puestos en marcha por el gobierno griego. Este lunes, la troika finalizó el examen y ahora toca poner evaluar, poner nota y pasar los resultados a los líderes comunitarios.
Además se prevé que la Autoridad Bancaria Europea tenga que redefinir la participación privada en el segundo rescate a Grecia y ya se cuenta con que tenga que asumir un porcentaje mayor de lo inicialmente estimado.
Demasiadas cuestiones pendientes, cuando la UE quiere presentarse ante la cumbre del G20, los días 3 y 4 de noviembre con los deberes hechos. En un comunicado conjunto, los presidentes de la Comisión y del Consejo Europeo afirman que «Europa será el centro de atención en la cumbre de Cannes. Nuestros socios del G-20 tienen la impresión de que, si Europa no resuelve la crisis de deuda soberana que le afecta en estos momentos, la economía mundial sufrirá graves repercusiones...Nos corresponde demostrar que la UE está determinada a hacer todo lo necesario para superar las dificultades actuales».