Greenpeace ha denunciado ante el comisario europeo de Medio Ambiente el posible incumplimiento de las normas europeas en el tratamiento de residuos tóxicos y peligrosos en el vertedero de Nerva (Huelva) y la falta de transparencia de la Junta de Andalucía en el caso. La empresa Befesa, responsable del vertedero, asegura que los vertidos se tratan según lo estipulado por la UE.
Los residuos están llegando desde el puerto de Génova a Huelva a través del puerto de Sevilla. Son desechos contaminados con hidrocarburos y metales pesados que provienen de la descontaminación de una antigua zona industrial de Pioltello-Rodano, próxima a Milán, según la denuncia de la organización ecologista.
Sin embargo, no se ha podido aclarar ni la cantidad de los residuos ni su naturaleza. La junta informó del traslado de 60.000 toneladas de residuos no peligrosos y posteriormente dijo que se había concedido un permiso para 80.000 toneladas a una empresa italiana.
La compañía italiana encargada de la limpieza, Daneco Impianti, asegura que se han enviado ya a las instalaciones de Nerva 25.000 toneladas de residuos peligrosos para recibir un tratamiento físico-químico previo a su depósito de seguridad, como exige la normativa europea.
Greenpeace, dice en un comunicado, que ha podido documentar junto con Ecologistas en Acción como, al menos en parte, estos residuos se están depositando en el vertedero de Nerva «sin tratamiento previo». Además, las condiciones de las instalaciones«no son las más idóneas, puesto que los residuos se mezclan con otros».
El asunto ha provocado también una controversia política en Andalucía, donde el PP e Izquierda Unida también han pedido explicaciones a la Junta. IU duda de que la empresa Befesa pueda llevar a cabo la inertización de materiales contaminados en Nerva, una vez que cierre el centro de Palos, según informa el diario Huelva Información.
La empresa se defiende, asegura que la llegada de residuos italianos nunca se ha ocultado y afirma que «los controles que se realizan están sometidos a lo que marcan las directivas comunitarias». También la Junta de Andalucía confirmó que el transporte de residuos italianos está autorizado por la UE y cumple un estricto control. En la prensa italiana se ha relacionado la operación con el ahorro de costes y el rechazo de Alemania al traslado de residuos químicos.
La responsable de la Campaña de Contaminación de Greenpeace, Sara del Río, ha dicho que «desde la Comisión Europea no se debería aceptar que solucionen la contaminación en Italia transportándola a España a unas instalaciones donde los residuos no se traten de acuerdo a la normativa europea, por eso pedimos que se aclaren los términos de este traslado y las condiciones reales que están teniendo estos residuos».