Más de 50 años desde que entrara en funcionamiento la primera central nuclear en Europa, la de Calder Hall en Reino Unido, todavía no se ha encontrado una solución a los residuos que generan. La Comisión Europea propone una nueva normativa para solucionar de forma definitiva los desechos procedentes de centrales nucleares, los combustibles usados y los resultantes de la investigación médica, almacenándolos en depósitos subterráneos y sujetos a una estricta normativa.
Los veintisiete deberán presentar antes de 2015 planes nacionales para la construcción de estos depósitos. Los Estados elegirán el lugar en el que los harán en función de las características geológicas y de la opinión de los expertos. Los países podrán colaborar entre sí usando un mismo depósito situado en el territorio de uno de ellos. Aunque queda estrictamente prohibido que los residuos salgan del territorio europeo, para el comisario de Energía, Günther Oettinger «Construir las Centrales aquí y tirar nuestros desechos en otro sitio es inaceptable.»
La UE genera cada año unos 7.000 metros cúbicos de residuos nucleares, gestionarlos es caro y problemático. En los países que tienen muchas centrales como Francia, Suecia o Finlandia se destina a financiar la gestión de estos desechos entre un 3% y un 4% del coste de la electricidad que se fabrica.
Bruselas no marca una fecha para la construcción de estos vertederos, aunque podría hacerlo en tres o cuatro años, cuando disponga de los planes de los Estados miembros. Preguntado por los periodistas sobre el debate que la construcción de un almacén de residuos está suscitando en España, el comisario, ha dicho que ocurre lo mismo en muchos otros Estados . No obstante ha recordado que estas decisiones se toman de manera «transparente y democrática» en los Parlamentos nacionales.
En la UE hay 143 plantas nucleares en uso, distribuidas en 14 países, Francia es la que más tiene (58) seguida de Reino Unido (19) y Alemania (17), España tiene 8.