Los líderes de los partidos demócrata y republicano han anunciado que han llegado a un acuerdo para acabar con el cierre parcial de los servicios públicos por falta de financiación. El 1 de noviembre EE UU tiene que hacer unos pagos para los que no habría tenido dinero.
El acuerdo llega sin que los republicanos se hayan puesto de acuerdo. Los más recalcitrantes estaban dispuestos a desencadenar un caos financiero mundial con tal de que a la reforma sanitaria, conocida como Obamacare, no le llegara un dólar.
El senador republicano Ted Cruz, que ha sido el negociador, ha dicho que no estaba dispuesto a alargar la discusión ni un minuto más.
La agencia de calificación Fitch había anunciado ya que rebajaría la calificación de la deuda estadounidense. En realidad no parece que los mercados se hayan tomado muy en serio la amenaza de los republicanos, Wall Street abrió hoy al alza y el Dow Jones de Industriales ganaba el 0,65 % minutos después de iniciar la sesión.
El acuerdo se tiene que votar todavía en la Cámara de Representantes, que tiene mayoría republicana.