Sin leer, aunque con menos improvisación de la que se pueda pensar, ha dejado claro que quiere luchar por la renovación y la regeneración europea. «Si hoy Europa se hiciera un selfie, ¿qué foto saldría? Saldría cansancio y resignación», ha dicho el primer ministro socialista italiano. Durante su discurso ha dicho que hay que «volver a encontrar el alma de Europa, el sentido profundo de estar juntos», algo que empieza por hacer una Europa más social y para los jóvenes.
Ante la Eurocámara, ha pedido «remangarse», «no mirar al pasado», y que Europa sólo sea la frontera del bienestar y el Estado social. Es «la hora de decir que la política tiene su dignidad», y «en la dignidad política volvemos a descubrir el sentido profundo de nuestro ser», ha señalado en el plenario de Estrasburgo. Ha mostrado a Europa que tras Grecia, Italia es otra de las fundadoras de las bases del «espíritu europeo», ha dicho que su generación, que no era mayor de edad cuando se firmó el Tratado de Maastricht (que dio lugar al euro) es la «heredera» de la «conquista y de las libertades de las últimas décadas».
Ha pedido al Reino Unido que no salga de la UE porque hay que evitar que «Europa sea un punto en google maps». Renzi ha demostrado que es un líder joven que utiliza un lenguaje más moderno y actual de lo que están acostumbrados en las instituciones europeas.
Se ha referido también al Pacto de Estabilidad y Crecimiento, diciendo que «ahora tenemos la estabilidad y pedimos que el crecimiento sea un elemento fundamental de la política europea».
En respuesta a su discurso, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, ha celebrado el cumplimiento de la agenda de reformas de Italia y se ha comprometido a apoyar «los temas principales de la presidencia entrante: el crecimiento, los ciudadanos y la acción exterior». Barroso ha recordado que no hace mucho tiempo «muchos agoreros predijeron la implosión del euro [...] ahora tenemos las condiciones para que Europa sea capaz de generar los empleos que nuestros jóvenes necesitan».
El líder del PPE , el alemán Manfred Weber, se ha referido a las lecciones aprendidas de la crisis. «Una de ellas es que tenemos que regular los mercados financieros y la segunda es que las deudas destruirán el futuro». Gianni Pittella, el líder italiano del grupo S&D, ha pedido flexibilidad en la aplicación del Pacto de Estabilidad y Crecimiento y la solidaridad para hacer frente a los flujos migratorios. «Europa nació como una expresión de solidaridad», ha dicho y «tenemos que poner la solidaridad en acción.»
Guy Verhofstadt, el líder belga del grupo ALDE, ha dicho que la UE debe ser utilizada como un motor de crecimiento mediante la ampliación del mercado interior en energía, sector digital, telecomunicaciones y mercados de capitales. Italia, ha dicho, es «la base de nuestra civilización, nuestra historia, nuestra cultura y nuestra Europa».
Syed Kamall, el líder británico del grupo ECR, ha pedido negociaciones transparentes sobre acuerdos comerciales y ha hecho hincapié en la necesidad de reducir la energía «dependencia excesiva de la UE, de regímenes que no comparten nuestros valores, ya sea en Próximo Oriente o en Rusia».
Barbara Spinelli, europarlamentaria italiana del grupo GUE/NGL, ha pedido «una revisión completa de la Unión» y un «nuevo pacto europeo». Se ha mostrado contraria al acuerdo de libre comercio UE-Estados Unidos, porque «estos dogmas neoliberales claramente no han funcionado.» También Ignazio Corrao, parlamentario italiano del grupo EFDD, ha atacado el acuerdo de libre comercio UE-Estados Unidos que se está negociando, diciendo: «[Si] las multinacionales pueden acudir a los tribunales contra los gobiernos nacionales, entonces realmente habremos alcanzado el sueño más perverso de la globalización: los gobiernos controlados por los mercados».
Philippe Lamberts, el copresidente belga de los Verdes, ha elogiado la pasión y la energía del primer ministro italiano y ha expresado su esperanza de ver estas cualidades puestas en acción durante la presidencia.
Matteo Salvini, otro eurodiputado italiano que es miembro de los no inscritos, ha criticado a Renzi por centrarse en las necesidades humanitarias en otros países, mientras se olvida de los pobres en la UE.