El premier británico es contrario a una Escocia independiente y ha asegurado que no permitirá que se «rompa» el Reino Unido, del que esa región forma parte desde 1707 a través del Acta de Reunión. Precisamente el ministro principal escocés, Alex Salmond, quiere que la consulta se realice en otoño de 2014 coincidiendo con el 700 aniversario de la victoria escocesa sobre Inglaterra en la batalla de Bannockburn.
La tensión entre ambos gobiernos ha aumentado desde el 15 de enero cuando Salmond desgranó sus proyectos independentistas. Según una encuesta del diario escocés «Scottish Herald», un 28 por ciento de la población está a favor de la independencia, frente al 53 por ciento que quiere mantenerse en el Reino Unido.
Paralelamente en España, donde Cataluña y el País Vasco han planteado la posibilidad de celebrar un referéndum sobre la independencia, el Congreso de los Diputados rechazaba esta semana con el apoyo de los grupos mayoritarios (PP y PSOE) una proposición no de ley de ERC en la que se pedía habilitar a la Generalitat para organizar un referendo de autodeterminación. Votaron en contra 276 diputados y a favor 42.
Hoy el vicesecretario de estudios y programas del PP, Esteban González Pons, que asiste al congreso del partido conservador británico, ha escrito en su twitter «Cameron a los escoceses: estamos mejor juntos». Me gusta, nosotros también. Tenemos que demostrar a los que quieran irse que estamos mejor juntos».
A pesar de las palabras de Cameron, Londres ya ha aceptado que se celebre el referéndum en Escocia. Las dos partes han cedido en sus requerimientos. Londres al admitir la consulta, y Edimburgo al aceptar que no se realice una segunda pregunta, en la que se iba a pedir incrementar los poderes del Parlamento autónomo escocés. El acuerdo reconoce que quien tiene el poder legal de convocarlo es Westminster y que autorizará al Parlamento de Holyrood a convocarlo.
Leer también en eXp La crisis también azuza los independentismos