Después de acabarse los Juegos Olímpicos, la burbuja de ilusión que se ha levantado sobre el Reino Unido, se desinfla a pasos agigantados. El optimismo de los londineses, con el gran espectáculo que han ofrecido de los JJ.OO., no se refleja en el resto del país. Desde 2009, cuando se inició la recesión económica, en el país han aumentado los problemas mentales, principalmente entre la clase media.
Según un estudio realizado por Insight Research Group, el 75 por ciento de los médicos de familia entrevistados están preocupados por la situación mental de muchos pacientes. De los datos que han respondido en la encuesta se desprende que, ha habido un aumento de los casos de ataques de pánico y ansiedad a los que hay que añadir, trastornos obsesivo-compulsivos, principalmente entre los hombres. Se calcula que durante la recesión, el aumento del desempleo puede haber empujado al suicidio a unas 1.000 personas. Entre 2008 y 2010, se contabilizaron unos 846 casos entre los hombres y 155 entre las mujeres.
Según la Organización Mundial de la Salud, cada año, casi un millón de personas se suicidan en el mundo, lo que supone un 16 por ciento de cada 100.000 habitantes, o una persona cada 40 segundos. Por cada suicidio hay una relación de 20 intentos, según la OMS.
El análisis utilizó información de la «Base de Datos Nacional de Clínicas y Resultados de Salud» y la «Oficina de Estadísticas Nacionales». Para Keith Hawton, profesor del Centro de Investigación del suicidio en la Universidad de Oxford, «los datos son ciertamente preocupantes y de gran interés», pero deben ser interpretados con cuidado. Y añade, «tampoco hay que sobredimensionar la situación». Otros invesgitadores, subrayan, que este tipo de estudios estadísticos no pueden establecer una relación causal directa, aunque consideran que deben tenerse en cuenta como indicadores de la salud mental.
En el caso de las mujeres también se ha notado que retrasan más tiempo formar una familia, y desde 2009, han aumentado un 10 por ciento los abortos en mujeres mayores de 30 años.
Las personas entre 36 y 45 años, tengan o no hijos, estén casadas o solteras, son las que más padecen este tipo de problemas mentales. «Cuando estás deprimido empeoran las cosas, aunque estés bien, todo lo que hay a tu alrededor te parece muy complicado, ves que mucha gente no tiene trabajo, y al final acabas haciendo las cosas peor», explica Sonia atendida en un centro por padecer una depresión severa. Según datos del gobierno británico, en 2010 aumentaron un 9 por ciento las recetas de antidepresivos.
El estudio demuestra que otros problemas que han aumentado son el abuso del alcohol y los dolores estomacales y digestivos. Las asociaciones médicas recuerdan que la vida laboral mejora el bienestar mental, y ayuda a reducir el estrés, las enfermedades del corazón e incluso el cáncer.
Por ejemplo, el 60 por ciento de los médicos encuestados explican que muchos pacientes están renunciado a actividades deportivas o abandonan los gimnasios para ahorrar dinero. No sólo por el aspecto económico sino también por las presiones que reciben de sus empresas, que les obligan a estar más horas o a asumir más responsabilidades.
En Gran Bretaña muchos trabajadores han tenido que aceptar peores condiciones de contratación de los últimos 40 años, sobre todo en el caso de los jóvenes con un desempleo juvenil del 20 por ciento.
La encuesta se realizó entre 300 médicos, y tres cuartas partes reconocieron que sus pacientes son cada vez menos saludables debido a la coyuntura económica.