Reino Unido no venderá a EE UU fármacos para ejecuciones

Estados Unidos tiene problemas de suministro con los fármacos que utiliza para ejecutar a los condenados a muerte. Algunos Estados conseguían el tiopental sódico, un sedante que la ley exige que forme parte del cóctel de fármacos de las inyecciones letales, en Reino Unido. Cuando se supo el gobierno británico impuso un control a la exportación del producto. Ahora van a controlar la de otros fármacos que también forman parte de las inyecciones letales en EE UU y pretenden convencer a otros países europeos para que hagan lo mismo.

unas personas con un cartel que dice Stop the Execution
Foto:CC

«Nos oponemos a la pena de muerte en todas las circunstancias y está claro que fármacos británicos no deberían utilizarse para llevar a cabo inyecciones letales», ha dicho el ministro de industria, Vince Cable, en un comunicado.

El año pasado, el grupo de derechos humanos Reprieve pidió al gobierno británico que dejara de exportar el tiopental sódico, un sedante que escasea en EE UU y que debe de estar en la inyección letal para evitar el sufrimiento del ajusticiado. El gobierno británico impuso un control adicional a las exportaciones, ahora va a hacer lo mismo con otros tres productos el bromuro de pancuronio, el cloruro potásico y el pentobarbital sódico.

Diversos informes confirman que en el último año las empresas británicas han vendido lo suficiente para llevar a cabo un centenar de ejecuciones.

«Dado que los Estados que llevan a cabo ejecuciones en Esttados Unidos se están dirigiendo ahora a una compañía danesa, Lundbeck, para matar a gente, debemos esperar que Reino Unido pueda convencer a nuestros socios europeos de que adopten una línea similar», ha dicho el director de Reprieve, Clive Stafford Smith.

En febrero, la farmacéutica Novartis anunció que había tomado medidas para evitar que una versión genérica del tiopental sódico llegara a EE UU. Las autoridades de las prisiones de los 34 estados en los que se practica la pena de muerte han buscado los medicamentos en cualquier parte, algunas de ellas no muy ortodoxas. Unas veces a través de intermediarios en Gran Bretaña, otras pidiéndolas a otros Estados donde aún quedaba alguna cantidad o a algún productor de la India.

Los problemas comenzaron cuando el único laboratorio aprobado por la Agencia de Alimentos y Fármacos estadounidense para producir el tiopental sódico dejó de fabricarlo. Por lo menos seis estados, Arizona, Arkansas, California, Georgia, Nebraska y Tennessee, lo importaron. En alguno de los casos se sospecha que pudo estar adulterado y no hacer efecto al reo. al parecer se ha abierto alguna investigación oficial pero no se han suspendido las ejecuciones.