Según la FSA, los fallos en los sistemas de control de la mayor entidad financiera suiza, facilitaron las operaciones fraudulentas de Abodoli. Esos fallos se han concretado en deficiencias en los sistemas de gestión y control interno y en otros procedimientos de la sede londinense del banco. USB ha emitido un comunicado en el que admite la multa y recuerda que ha cooperado desde el principio en las investigaciones que se están haciendo a los reguladores. Ha sido precisamente esa cooperación la que ha hecho que la multa sea reducida.
En un principio se publicó que la multa podría ascender hasta los 61 millones de euros, y que FSA forzaría USB a aceptar nuevas medidas de supervisión. Para el regulador británico la conducta de USB es menos grave que la de Braclays en el escándalo de manipulación del Libor, que fue multado con 290 millones de libras.
Para la FSA, la institución bancaria suiza «permitió a un operador relativamente junior, asumir posiciones de mercado amplias y de riesgo y que UBS no controló los riesgos adecuadamente». El banco USB acusó a Abodoli, de origen ghanés, de aprovecharse de su posición para obtener ganancias personales. El acusado ha dicho que sufría presiones por parte de sus superiores para asumir esos riesgos. El exoperador bursátil realizó las operaciones fraudulentas cuando trabajaba en la división europea de gestión de capitales del banco suizo en Londres, entre octubre de 2008 y septiembre de 2011.
En relación a los supervisores bancarios, como es el caso de FSA, el comisario europeo de Servicios Financieros, Michel Barnier, ha instado a los ministros de Finanzas de la Unión Europea (UE) a despejar las dudas sobre la voluntad política para crear un único supervisor bancario, en una entrevista publicada en el diario británico 'Financial Times'.
Barnier ha subrayado la importancia de que el Ecofin envíe un mensaje claro a los «frágiles mercados» en su reunión de los próximos días, en la que los Veintisiete abordarán de nuevo la posibilidad de convertir el Banco Central Europeo (BCE) en un supervisor bancario único para toda la UE.