El módulo de reentrada de la nave Soyuz, aterrizó este lunes en las llanuras de Kazajstán, trayendo de vuelta a casa al astronauta de la ESA, el belga Frank De Winne, al cosmonauta ruso Roman Romanenko y al astronauta de la Agencia Espacial Canadiense, Robert Thitsk.
Con su vuelta se pone fin a la misión de seis meses OasISS, la segunda de larga duración que realiza la ESA.
Ha sido la primera tripulación estable, junto con los tres astronautas que ya se encontraban en la estación, esto permitió que se realizaran más experimentos científicos.
De Winne se ha encargado, entre otras, de las operaciones robóticas que permitieron atracar a la nave japonesa de reabastecimiento HTV 1 e instalar las cargas útiles que traía en su exterior en el laboratorio japonés Kibo.
La directora de Vuelos Tripulados de la ESA, Simonetta di Pippo, ha dicho que Europa debería tener al menos un astronauta a bordo de la ISS cada año. El siguiente europeo en ir al espacio será el italiano, Roberto Vittori, en julio de 2010. En febrero volará el Nodo-3, un módulo europeo presurizado que junto a la también europea Cupola, permitirá a los astronautas una visión panorámica para observar la Tierra y guiar las operaciones en el exterior de la estación.