Refugiados libios, un problema europeo

Los ministros del Interior de la Unión Europea se reúnen este lunes en Luxemburgo para hablar de un posible reparto de los refugiados que escapan del conflicto en Libia y llegan a Malta e Italia. La comisaria de Interior, Cecilia Malmström, dirigió hace días una carta a los gobiernos de los veintisiete pidiéndoles solidaridad ante la «fuerte presión» migratoria que sufren los países del sur de Europa.

Las situaciones en Malta y Lampedusa son diferentes, las personas que llegan a la isla italiana son en su mayoría inmigrantes irregulares que salen de Túnez por razones económicas.

Inmigrantes esperando en el puerto
Inmigrantes esperando a ser trasladados/Foto:CC

Los ministros van a adoptar un texto de conclusiones sobre las revueltas en Túnez, Egipto y Libia que destacará el apoyo humanitario de la UE y la necesidad de cooperar con ellos para aliviar la presión que los inmigrantes y refugiados ejercen en el sur de Europa.

Malta ha pedido que se active la directiva europea sobre protección temporal, prevista para dar asilo a desplazados que lleguen masivamente. Este mecanismo no ha sido activado nunca y no parece que se vaya a hacer ahora, Italia, Grecia y Malta estarían a favor pero muchos otros países están claramente en contra.

Mientras tanto, Italia ha comenzado a expedir de manera unilateral permisos temporales de residencia a miles de inmigrantes llegados en los últimos meses a su costa desde el norte de África. Eso ha provocado una fuerte tensión entre Roma y París aunque también Berlín ha expresado su malestar y podría plantear la cuestión en la reunión de Luxemburgo. Los permisos, permitirían a los inmigrantes ilegales desplazarse por el espacio Schengen. El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, ha dicho que «el buen sentido» hará que se llegue pronto a un acuerdo y un aviso a París que «debe darse cuenta» de que el 80% de los inmigrantes tunecinos declaran que quieren llegar a Francia para reunirse con familiares y amigos. «Si no hay acuerdo nos veremos obligados a ubicarlos en centros de acogida donde solo podemos recibirlos seis meses y después, serán libres de viajar a Francia» ha aclarado Berlusconi que ha vuelto a Lampedusa este fin de semana a verificar la promesa que hizo a sus compatriotas de «limpiar» la isla. Efectivamente, han sacado de allí de prisa y corriendo a los inmigrantes. Pero no es suficiente, mientras Berlusconi visitaba una zona a otro lugar de la costa llegaba un barco cuyos pasajeros fueron bloqueados por las fuerzas del orden. El pasado viernes, desembarcaron unos 530 refugiados procedentes de Libia, eran somalíes, nigerianos y eritreos «había madres con bebés de 10 días y personas de edad que caminaban con bastones» confirmó Barbara Molinario, del Alto comisionado de la ONU para los refugiados (ACNUR). El sábado centenares de estas personas fueron trasladadas a la península a bordo de un barco militar y de ahora en adelante dos vuelos diarios repatriarán a los inmigrantes desde Lampedusa a Túnez.