Los ministros van a adoptar un texto de conclusiones sobre las revueltas en Túnez, Egipto y Libia que destacará el apoyo humanitario de la UE y la necesidad de cooperar con ellos para aliviar la presión que los inmigrantes y refugiados ejercen en el sur de Europa.
Malta ha pedido que se active la directiva europea sobre protección temporal, prevista para dar asilo a desplazados que lleguen masivamente. Este mecanismo no ha sido activado nunca y no parece que se vaya a hacer ahora, Italia, Grecia y Malta estarían a favor pero muchos otros países están claramente en contra.
Mientras tanto, Italia ha comenzado a expedir de manera unilateral permisos temporales de residencia a miles de inmigrantes llegados en los últimos meses a su costa desde el norte de África. Eso ha provocado una fuerte tensión entre Roma y París aunque también Berlín ha expresado su malestar y podría plantear la cuestión en la reunión de Luxemburgo. Los permisos, permitirían a los inmigrantes ilegales desplazarse por el espacio Schengen. El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, ha dicho que «el buen sentido» hará que se llegue pronto a un acuerdo y un aviso a París que «debe darse cuenta» de que el 80% de los inmigrantes tunecinos declaran que quieren llegar a Francia para reunirse con familiares y amigos. «Si no hay acuerdo nos veremos obligados a ubicarlos en centros de acogida donde solo podemos recibirlos seis meses y después, serán libres de viajar a Francia» ha aclarado Berlusconi que ha vuelto a Lampedusa este fin de semana a verificar la promesa que hizo a sus compatriotas de «limpiar» la isla. Efectivamente, han sacado de allí de prisa y corriendo a los inmigrantes. Pero no es suficiente, mientras Berlusconi visitaba una zona a otro lugar de la costa llegaba un barco cuyos pasajeros fueron bloqueados por las fuerzas del orden. El pasado viernes, desembarcaron unos 530 refugiados procedentes de Libia, eran somalíes, nigerianos y eritreos «había madres con bebés de 10 días y personas de edad que caminaban con bastones» confirmó Barbara Molinario, del Alto comisionado de la ONU para los refugiados (ACNUR). El sábado centenares de estas personas fueron trasladadas a la península a bordo de un barco militar y de ahora en adelante dos vuelos diarios repatriarán a los inmigrantes desde Lampedusa a Túnez.