Cientos de miles de personas llegadas de toda Francia se han manifestado este domingo en París contra los planes del gobierno socialista de legalizar el matrimonio homosexual y la adopción por parejas del mismo sexo. Un colectivo variopinto, pero formado fundamentalmente por sectores de la derecha y con apoyo de la Iglesia, ha repetido el eslogan de «un padre, una madre, es elemental».
La wagnermanía se desata en Alemania en 2013, cuando se cumplen 200 años del nacimiento del compositor y 130 de su muerte. Hay programados cientos de actos por todo el país en su memoria, pero para abrir boca, en Dresde se ha abierto una exposición con distintos manuscritos del músico y, no se lo pierdan, un inventario de su colección de vinos.
Los bancos europeos siguen siendo el núcleo de la crisis de la zona euro. Así de tajante arranca un informe de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), en el que subraya la baja capitalización bancaria en varios países y no solo de la periferia. Según sus estimaciones, la banca alemana o francesa necesita más capital que la española, situada por debajo de la media de la eurozona.
332 millones de personas de 17 países dispondrán de un nuevo billete de 5 euros a partir del próximo mes de mayo. La segunda serie de billetes en euros tiene tres elementos de seguridad nuevos y, en la marca de agua y el holograma, muestra un retrato de Europa, el personaje de la mitología griega que dio nombre al continente.
Las cosas van mejor en la economía europea. Aunque los sacrificios exigidos ahora pesan demasiado, el horizonte no está del todo despejado y hay que mantener el camino de los ajustes ya trazado. Primero ha sido el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi; después el comisario europeo de Asuntos Económicos, Olli Rehn. Los dos han querido lanzar un mensaje optimista a los europeos pero con el añadido de que «no hay marcha atrás».
«Evitar que desaparezca la dimensión social de la UE». Ése ha sido el mensaje del presidente del Eurogrupo, el luxemburgués Jean-Claude Juncker, en el Parlamento Europeo. Para conseguirlo propone distintas medidas de solidaridad, como establecer un salario mínimo en toda la UE o cuestionar el ritmo de los ajustes exigidos a algunos países como España.
La Administración Obama ha mostrado públicamente su preocupación por la posibilidad de que el Reino Unido abandone la Unión Europea y alerta sobre los riesgos de convocar un referéndum al respecto, como piden los conservadores euroescépticos. Washington tiene en Londres a su principal aliado en Europa.