El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, da una versión optimista de la marcha económica de Europa. Asegura que se progresa en los países más sometidos a presión y aprecia «dolorosos progresos» en la corrección de desequilibrios económicos en España. Eso sí, «las reformas son el camino correcto. Los gobiernos deben perseverar».
La Comisión Europea ha dado el visto bueno a los planes de restructuración de los cuatro bancos españoles nacionalizados, BFA–Bankia, NCG Banco, Catalunya Banc y Banco de Valencia, con medidas que garanticen su viabilidad a largo plazo o mediante su venta o liquidación. Antes de 2017, la banca nacionalizada española deberá haber reducido su tamaño en un 60%.
La oficina de selección de personal de la UE (EPSO) publica las convocatorias de oposiciones en inglés, francés y alemán y obliga a hacer las pruebas en uno de esos tres idiomas. El Tribunal de Justicia de la UE dice que esa práctica es discriminatoria para los europeos con otras lenguas maternas.
Ha costado tres sesiones maratonianas pero parece que se ha conseguido. Los ministros de Finanzas de la eurozona y el Fondo Monetario Internacional (FMI) han alcanzado un acuerdo que fija la hoja de ruta para equilibrar la deuda griega que, a su vez, permite desbloquear el tramo de ayuda necesario para que Grecia no suspenda pagos o tenga que abandonar la moneda única. El nuevo desembolso aprobado asciende a 43.700 millones de euros.
Los 27 jefes de Estado o de gobierno de la UE se han vuelto a casa, tras la cumbre de Bruselas, con un sonoro fracaso negociador pero con la sensación del deber cumplido: defender sus intereses nacionales. Que no haya acuerdo para alcanzar un presupuesto común para el periodo 2014-2020 no importa. Todos pueden defender ante sus respectivas audiencias caseras que van a lo suyo. Los 27 se han citado para comienzos del año que viene.
La Unión Europea muestra su enésima división para fijar el presupuesto comunitario para los próximos siete años, en un totum revolutum, en el que priman sin tapujos los intereses nacionales. Los contribuyentes netos, «amigos de gastar mejor», y los beneficiarios de las ayudas, «amigos de la cohesión», han formado dos frentes irreconciliables que hacen temer por una cumbre sin acuerdos que retrasaría la negociación hasta febrero.
Los 27 jefes de Estado o de gobierno de la UE se reúnen desde este jueves en un Consejo Europeo que promete bronca. El presupuesto plurianual 2014-2020 enfrenta, una vez más, a los socios comunitarios. Los que ponen más dinero exigen rebajas, los que se más se benefician de los fondos europeos quieren mantenerlos para compensar sus propios planes de austeridad. El Parlamento Europeo que, en esta ocasión, cuenta para la aprobación final, apuesta por la inversión para salir de la crisis.