Con unas perspectivas más positivas de la economía mundial y una mejora en las expectativas empresariales de las empresas, la Comisión Europea pronostica, en sus previsiones de primavera, que el PIB de la UE crezca en2011 un 1,75%, un 1,5% en la zona euro; y un 2% en ambas en 2012. Los datos no son nada optimistas para el empleo y la inflación y las conclusiones advierten de riesgos en la economía mundial e incertidumbres políticas en el mundo árabe que pueden frenar la tendencia positiva.
Bruselas calcula que las inversiones en bienes de equipo se acelerarán este año gracias al aumento de las exportaciones, pero se contraerá más el sector de la construcción por los planes de ajustes que los Estados han puesto en marcha. El consumo privado aumentará solo moderadamente.
Las peores expectativas están en la inflación. Se prevé que la inflación global ascienda este año a una media del 3% en la UE y del 2,5% en la zona euro pero que disminuirá al 2% y el 1,75%, respectivamente, en 2012.
Además el mayor crecimiento no se traducirá en mayor empleo, según las previsiones del ejecutivo comunitario. La reducción en los índices de paro será mínima. Del 10% actual, a algo más del 9% en la UE y el 9,75% en la eurozona.
Por lo que respecta a la reducción del déficit, el gran objetivo de la Comisión Europea, las previsiones apuntan a una sensible reducción del 6,5%, en 2010; al 4,25%, en 2011; y al 3,75% en 2012, muy cerca ya de lo previsto en el Plan de Estabilidad y Crecimiento.
««La principal idea de nuestro pronóstico es que la recuperación económica es sólida en Europa y que continúa, pese a varias perturbaciones externas y tensiones en el mercado de deuda soberana ocurridas recientemente. Están reduciéndose claramente los déficits públicos. Ahora es fundamental consolidar estas tendencias de crecimiento y saneamiento y velar asimismo por que se traduzcan en más y mejores puestos de trabajo», ha dicho el comisario europeo de Asuntos Económicos, Olli Rehn.
Previsiones menos optimistas para España
Para España, las previsiones son aún menos optimistas y rebajan las expectativas de crecimiento del gobierno del 1,3% al 0,8% en 2011. Con todo, Rehn ha calificado de alentador el crecimiento del 0,3% registrado por España durante el primer trimestre, una décima más de lo previsto.
El comisario ha explicado la cautela sobre España al entender que el alto endeudamiento del sector privado y las altas cifras de desempleo repercutan negativamente sobre la demanda interna. Además la Comisión prevé un aumento de las exportaciones del 6%, frente al 8% pronosticado por el gobierno.
El déficit español, según Bruselas, se situará en el 6,3% del PIB en 2011, tres décimas menos de lo previsto.Rehn no ha hecho recomendaciones al gobierno pero ha dicho que «España se ha comprometido a su objetivo de déficit fiscal y debe alcanzar ese déficit. Es una piedra angular de la estrategia económica de España, que ha funcionado y ha ayudado a España a desacoplarse de los tres países con planes de rescate».
En cualquier caso, el crecimiento en toda la UE presenta incertidumbres y riesgos a la baja por la actividad económica mundial. Acontecimientos como el terremoto y el tsunami de Japón o las revueltas en el norte de África pueden repercutir negativamente.