Fue una intervención de Rajoy, a puerta cerrada, ante los líderes del G20, reunidos en Los Cabos (México), pero de lo que ha trascendido se deduce un cambio radical en el discurso del jefe de gobierno español. Lo que en principio era un éxito para el euro y para España, ahora es «tremendamente dañino», a la vista de los resultados inmediatos que ha tenido el acuerdo para sanear al sector financiero español.
Es cierto que España era partidaria de que la inyección de capital europeo se hiciera directamente a los bancos, pero Alemania y otros socios del Eurogrupo se opusieron, de modo que la ayuda se canalizará a través del Fondo de Reestructuración Bancaria Ordenada (FROB), lo que ha provocado, según Rajoy, que se vincule deuda bancaria y deuda soberana. En cualquier caso, según filtraciones, en el comunicado final de la cumbre de Los Cabos, el G20 dará la bienvenida a la decisión del Eurogrupo de apoyar la recapitalización de la banca española.
También el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, defendió ante el G20 que se favorezca un sistema de concesión de ayudas que evite la contaminación de una y otra deuda. Pero eso pasa por una unión bancaria europea, que también defiende el presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, quien ante el G20 señaló que su plan (unión bancaria, presupuestaria y política) generaría confianza en los mercados y una señal de que el euro es irreversible.
En cualquier caso, se trata de planes a medio o largo plazo. En la cumbre europea de junio, si hay acuerdo en los 17 socios de la eurozona, se preparará un plan de trabajo sin grandes decisiones. «El presidente del Banco Central Europeo ha hablado de un plan de 10 años. Yo creo que sobre muchos temas podemos ir más rápidamente», dijo Van Rompuy.