Un aparentemente muy satisfecho Mariano Rajoy ha comparecido ante los periodistas para celebrar la decisión adoptada por el eurogrupo, con la que ha ganado «la credibilidad del proyecto europeo, el futuro del euro, la solidez de nuestro sistema financiero y, lo que más nos importa, la posibilidad de que vuelva a fluir el crédito».
El presidente del gobierno, que en ningún momento ha hablado de rescate, ha presentado la situación como «una de las tres patas» de su gestión de la crisis: saneamiento de las cuentas públicas, reformas estructurales y ahora, restructuración del sistema financiero. Las dos primeras «patas» han conseguido, dice, «la credibilidad entre nuestros socios y en las instituciones mundiales» lo que ha hecho posible «este resultado».
Rajoy ha confesado que la situación económica española sigue siendo «muy delicada», pero ha afirmado que «conviene mantener la visión de conjunto y no perderse en los vericuetos del momento». Asegura el presidente que «lo de ayer forma parte de un plan global de saneamiento y de puesta a punto de un plan de crecimiento y empleo».
Como hizo ayer el ministro de Economía, Rajoy hoy ha querido dejar claro que el acuerdo no tiene nada que ver con las condiciones impuestas por la UE a otros países. Lo que hay son condiciones para las entidades financieras a cambio de una línea de crédito, para la que, según ha dicho, no ha recibido presiones desde Europa. «A mí nadie me ha presionado, el que ha presionado he sido yo porque quería resolver un problema importante y se ha resuelto ha satisfacción».
El presidente ha repetido en distintas ocasiones que lo importante es que vuelva a fluir el crédito para empresas y trabajadores. «Sin crédito, no hay inversión y sin inversión, no hay empleo». Consciente de las críticas que los ajustes provocan, Rajoy ha agradecido «el comportamiento ejemplar y la madurez de los españoles». Su mensaje es que el gobierno sabe lo que tiene que hacer y está adoptando las decisiones necesarias para que llegue el crecimiento y el empleo. «Créanme que es imprescindible tomar estas decisiones», ha dicho.
A preguntas sobre las repercusiones del acuerdo sobre el programa de ajustes español, el presidente ha afirmado tajante que «no afecta al déficit y los planes del gobierno no cambian», aunque no ha querido entrar en las consecuencias que la devolución del préstamo tendrá en la devolución de los intereses de la deuda española.
La cantidad concreta que se solicitará a los mecanismos de rescate europeos se sabrá cuando los evaluadores independientes den sus resultados sobre las necesidades de la banca, pero Rajoy ha agradecido que el Eurogrupo haya previsto hasta 100.000 millones de euros, «a petición nuestra» porque «ese colchón manda un mensaje claro y contundente a los mercados».
En opinión del jefe del ejecutivo español, el acuerdo entre el gobierno y el Eurogrupo también es bueno para Europa por que «manda un mensaje nítido y claro: el euro es un proyecto irreversible». De cara a España y a los mercados, «Europa ha estado a la altura de las circunstancias», ha asegurado Rajoy.