Según estas organizaciones la apuesta de algunos partidos se basa en la incineración, aunque no se vea reflejado en sus propuestas electorales. Otros optan por seguir la línea de la Economía Circular y favorecer las políticas de prevención y reutilización proponiendo optimizar la separación en origen de la materia orgánica e impulsar los sistemas de depósito.
Con una política mucho más eficaz en la gestión de los residuos sería posible activar la economía, minimizar su generación y crear nuevos empleos, disminuyendo a la vez el consumo de materias primas. A modo de ejemplo, según datos de la Comisión Europea, para reciclar 10.000 toneladas de residuos se necesitan hasta 250 puestos de trabajo, frente a los 20 o 40 necesarios si los residuos se incineran o los 10 si acaban en un vertedero.
Los países que tradicionalmente han favorecido la incineración están realizando esfuerzos considerables para disminuirla y poder cumplir los objetivos europeos, que prohibirán en pocos años la incineración de residuos reciclables. No es comprensible que España se mueva en sentido contrario al que inician los países más desarrollados.
Por esta razón 21 entidades de la sociedad civil que representan a ecologistas, consumidores, trabajadores, recicladores y familias han acordado proponer una hoja de ruta para la gestión de los residuos durante la próxima legislatura que opta por una serie de propuestas para crear empleo, mejorar la calidad ambiental, reducir la contribución al cambio climático y sacar a España del furgón de cola en la gestión de los residuos sin necesidad de incrementar la incineración.
Las propuestas planteadas pasan por favorecer la reutilización, mejorar la recuperación separada de los residuos y aprovechar al máximo la materia orgánica e implantar los sistemas de depósito como principales ejes de una hoja de ruta que podría posicionar a España en la vanguardia europea de la gestión de los residuos.
El escenario actual se basa en una realidad en la que el 70 % de lo que tiramos a la basura va a parar a un vertedero o a una planta de incineración.
Durante las próximas semanas, lo más probable es que todos los candidatos se comprometerán en la campaña de las elecciones generales del 20 de diciembre a cuidar del medio ambiente. Pero, desgraciadamente, la realidad de sus acciones hasta la fecha dibuja un escenario radicalmente opuesto al de sus compromisos.
Con este documento de propuestas, la sociedad civil, a través de estas 21 asociaciones de diferentes ámbitos, demuestra que tiene claro qué camino debe seguirse para construir un país con una gestión eficiente de los recursos, para instaurar una economía circular de materiales, para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y para revertir las consecuencias del cambio climático, apostando
así de verdad por el futuro ambiental y económico de España.
Si el próximo presidente del Gobierno quiere ir más allá de las promesas y pasar a los hechos, tiene a su disposición las medidas y las herramientas concretas para hacerlo. Las organizaciones firmantes se preguntan qué candidato será el que recoja el guante.