A tenor de las encuestas, todo podría pasar. Según una encuesta publicada por el periódico The Guardian, el 76% de los británicos quiere que se celebre el referéndum para determinar la continuidad o la salida de Reino Unido de la Unión Europea. Y si esta se llevase a cabo, la mayoría un 46%, cree que votaría por salir de la Unión, aunque existe aún un gran número de indecisos, un 17%. El 37% de los que votaran optarían por quedarse dentro del conglomerado europeo.
Un elevado número de británicos considera a Bruselas como una máquina burocrática e intervencionista, aunque también los hay que defienden las ventajas positivas que trae consigo el comercio libre con los otros países de la Unión. Según otro estudio hecho público por la empresa Open Europe, 33.000 millones de libras es el impacto negativo para el Reino Unido de las cien regulaciones europeas más restrictivas que existen en la actualidad. Pero, ¿cuál sería el impacto en cifras si Reino Unido abandonara la UE?
Su comercio con los demás países miembros supone alrededor del 42,5 % de las exportaciones. Sin embargo, la contribución neta de Reino Unido a la UE se ha disparado de 3.300 millones de libras en 2008 a 9.800 millones en 2014. Esto coloca a Reino Unido como el segundo mayor contribuyente neto, mientras que por otra parte el porcentaje de exportaciones a los países de la UE ha caído, lo que es uno de los principales problemas para la opinión pública..
El impacto en el terreno laboral es otro de los asuntos más polémicos. Y es que, mientras Reino Unido ha creado en cuatro años más puestos de trabajo que todo el resto de la Unión Europea, sigue recibiendo 318.000 inmigrantes al año. No son pocas las voces desde el gobierno británico que critican el fracasado modelo intervencionista de la UE que solo ha generado estancamiento. Entre los populismos emergentes existe la idea de que algunos países pagan su despilfarro con el dinero de, entre otros, los británicos, una de las economías más potentes de Europa.
Y otro estudio, el del Institute of Economic Affairs que estima el coste de la permanencia cercano a un 3 % del PIB. Solo existe un informe que estime un beneficio neto, del CBI, cercano al 4 % del PIB, pero asumiendo que todo el comercio entre Reino Unido y la UE es resultado de la pertenencia a la Unión. Este es uno de los grandes miedos de UK, la posibilidad de que gran parte o la mayoría de esas transacciones se pueden desvanecer estando fuera de la UE.
El sector financiero sería uno de los que mayores impactos sufriría si Reino Unido abandonara la Unión Europea. Según diferentes analistas, existirían demasiadas regulaciones y exigencias de capital distintas, algunos bancos y casas de inversión podrían verse forzadas a dejar el Reino Unido y el flujo monetario retomaría su vuelta a la Europa continental. Otro de los sectores más perjudicados podría ser el del desempleo. Y es que, se estima que existen 3 millones de puestos de trabajo directos e indirectos por pertenencia a la UE. Por lo que podría darse un aumento del paro, aunque Reino Unido crea puestos de trabajo y no contaría con el flujo migratorio anteriormente mencionado.
El comercio acusaría los problemas del abandono hasta que Reino Unido y la UE firmaran o renegociaran tratados bilaterales. En total, estarían en juego unos 430.000 millones de libras. Y en datos macroeconómicos, según los citados estudios, Reino Unido podría perder del 1 al 3 % del PIB y la Unión Europea hasta el 0,7 %, debido a su mayor pluralidad de economías.