Que la banca devuelva beneficios a la sociedad

Es sólo un apunte, una sugerencia, pero también una gran declaración de intenciones. Entre las interminables conclusiones del último Consejo Europeo, los 27 líderes de la UE piden al Fondo Monetario Internacional que estudie una tasa mundial sobre las transacciones financieras. Quieren que se renueve el contrato social entre las entidades financieras y la sociedad

Algunos lo han dicho muy claro: que los contribuyentes, que han pagado la crisis y salvado a los bancos, se beneficien ahora de los buenos resultados de sus operaciones. Se resucita así la llamada tasa Tobin, antes herejía para el capitalismo duro y sólo ilusión de «progres».

«El Consejo Europeo hace hincapié en la importancia de renovar el contrato económico y social entre las entidades financieras y la sociedad a la que sirven y de garantizar que la población se beneficie en tiempos de bonanza y esté protegida del riesgo. El Consejo Europeo anima al FMI a considerar en su revisión toda la gama de opciones, inclusive las tasas deseguros, los fondos de resolución, los acuerdos de capital contingente y una tasa mundial sobre transacciones financieras.»

Este párrafo, perdido entre las conclusiones del Consejo Europeo celebrado el jueves y el viernes en Bruselas, puede revolucionar la economía mundial o quedar sólo en eso, un párrafo. En cualquier caso, los 27 han querido enviar un mensaje claro: que las enormes cantidades de millones de euros aportadas por los Estados para salvar a la banca de la crisis, de alguna forma, tienen que volver al contribuyente.

El presidente de la Comisión europea, José Manuel Durao Barroso, fue tajante: «Tiene sentido que el sector que creó semejantes problemas a nuestras economías, que hizo que los contribuyentes sufran las consecuencias, haga ahora una contribución a la economía».

La idea la habían expuesto Gordon Brown y Nicolás Sarkozy en el Wall Street Journal, al apostar por un impuesto sobre los bonus de los directivos bancarios y además crear una tasa que grave las transacciones financieras. Al término del Consejo, el primer ministro británico insistió en la propuesta, porque «carecemos de un sistema de regulación internacional que promueva la responsabilidad social». La canciller alemana, Angela Merkel, está por la labor:«no es aceptable una vuelta a las prácticas de riesgo».

En este sentido, el Consejo ha pedido al Parlamento europeo que inicie negociaciones cuanto antes para que el nuevo sistema de supervisión financiera previsto por la UE para la banca, los seguros y los mercados bursátiles esté operativo durante 2010.

Tasa Tobin

El Consejo no cita expresamente la tasa Tobin, pero lo apunta. Es un impuesto sobre el flujo de capitales propuesto en los años 70 por el Premio Nobel de Economía, JamesTobin, cuya recaudación serviría para combatir la pobreza en el mundo. Hasta ahora, el capitalismo había tomado la idea como una broma y sólo la han defendido movimientos alternativos o radicales. Según cálculos de la Comisión, un gravamen del 0,01 % generaría una recaudación superior a los 300.000 millones de euros en todo el mundo.

El gran obstáculo para que la tasa Tobin sea una realidad es que debe imponerse en todos los países a la vez, para evitar fugas de capitales. Alguien en el Consejo citó a Suiza cuando se refería a la propuesta de la UE. Sin embargo, Estados Unidos y China la rechazan abiertamente, e incluso el director del FMI, Strauss-Khan, ya se ha pronunciado por otras fórmulas menos agresivas para el capital. El propio comisario de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia, en alguna ocasión, ha considerado que la tasa Tobin es una idea bonita, pero no viable.

Sus detractores argumentan que un impuesto así reduciría liquidez en los mercados, restringiría movimientos de capitales, frenaría la inversión e incluso aumentaría la opacidad de las inversiones.

Sea como sea, la idea está lanzada. Puede ser un brindis al sol o la apertura de caminos inexplorados hacia una economía más justa. euroXpress