Cuando se conmemora el 30 aniversario de las reuniones de Val Duchesse, el Instituto Jacques Delors publica el documento, 'Diálogo social europeo: 30 años de experiencia y progreso, ¿y el futuro?' escrito por Jean Lapeyre, ex secretario general adjunto de la Confederación Europea de Sindicatos (CES).
Lapeyre hace un repaso de esos treinta años de diálogo social europeo en los que los primeros seis ayudaron a sentar las bases de un espacio contractual y un compromiso de los interlocutores sociales en la gobernanza de la UE. En los siguientes catorce años tuvieron lugar los primeros acuerdos y la diversificación sectorial y el diálogo social a nivel de las empresas establecidas en el espacio europeo.
Los últimos diez años han sido complicados y el diálogo social parece que se ha ralentizado. Una ampliación de la Unión muy rápida y que necesita un tiempo de digestión y asimilación, una crisis que se eterniza, unas negociaciones colectivas cada vez más débiles y menos frecuentes y una Comisión Europea -presionada por los Estados miembros- que frena cualquier iniciativa social, parecen ser parte del diagnóstico.
¿El futuro?, Lapeyre plantea dos alternativas: resignarse o actuar para relanzar el diálogo social y la calidad de sus resultados. Hay algunas posibilidades, que conciernen en primer lugar a los interlocutores sociales y por otra a la Comisión Europea.
En la parte final del documento se plantean las posibles soluciones, consolidación de los resultados del diálogo social; una estructura más fuerte y más autónoma del diálogo social; una 'eurozona' del diálogo social; articulación del espacio europeo y el global o hacer que se complementen el diálogo social y el diálogo civil.
Conversaciones de Val Duchesse
Aunque ya figuraba en el Tratado de Roma (1957), el diálogo social no se estableció hasta 1985 a iniciativa del entonces presidente de la Comisión Europea Jacques Delors. Fue en el castillo belga de Val Duchesse donde se dieron los primeros pasos.
Participaron los principales interlocutores sociales, representados por la Confederación Europea de Sindicatos (CES), la Unión de Industrias de la Comunidad Europea (UNICE) y el Centro Europeo de las Empresas Públicas (CEEP), en el proceso de realización del mercado interior. Las reuniones de estos interlocutores sociales dieron lugar a una serie de declaraciones conjuntas sobre empleo, educación, formación y otras cuestiones sociales.