Las prótesis no están en el mercado desde el mes de marzo de 2010, cuando las autoridades francesas detectaron que se habían fabricado con una silicona que no tenía nada que ver con lo que habían declarado. El certificado que posibilitó la comercialización en la Unión Europea de las prótesis se obtuvo con una silicona diferente. El gel que se utilizó es diez veces más barato que el permitido para uso médico, las prótesis pueden romperse produciendo una inflamación en los tejidos y un goteo de la silicona.
En marzo de 2010 las autoridades francesas retiraron las prótesis del mercado y pidieron a sus portadoras que se hicieran una revisión médica. El director general de la Sanidad francesa, Jean-Yves Grall, ha dicho que se han detectado ocho casos de cáncer en mujeres que llevaban las prótesis PIP. El pasado mes de noviembre se recibieron en la fiscalía de Marsella 2.000 denuncias «por lesiones y homicidio involuntario» sobre los implantes.
En Francia unas 30.000 mujeres podrían llevar las prótesis, y probablemente varias decenas de miles más en otros países , entre ellos España donde se calcula en 8.000 el número de mujeres que pueden llevarlas.
La empresa Poly Implant prothèse (PIP), fundada en 1991, fue la tercera marca de prótesis mamarias a nivel mundial. Fabricó unas 100.000 anuales, de las que exportó el 80 por ciento. No fue hasta mediados del año 2 000 cuando comenzó a usar la silicona industrial para abaratar costes, librarse de la competencia y aumentar sus ventas. La empresa está en liquidación judicial desde marzo de 2010.