La prohibición decidida por la UE afecta a la compra, importación y transporte de crudo y otros productos derivados del petróleo. Tampoco podrán ofrecerse servicios financieros o de seguros para estas transacciones.
La Unión quiere cortar así una de las principales vías de financiación del régimen sirio, que vende a Europa el 95% de su petróleo, aunque las importaciones solo representan para la UE el 1,5 % del total. Los 27 importan unos 100.000 barriles al día de crudo sirio, principalmente Francia, Alemania, Italia y Holanda.
Además, el Consejo ha añadido cuatro nombres y tres entidades a la lista de 50 personalidades sirias sancionadas, así como diez empresas o entidades, a quienes se congelará sus bienes en la UE y se les prohibirá viajar. Hay una excepción con fines humanitarios, por ejemplo, para el reparto de ayuda médica, alimentos o evacuación de extranjeros de Siria. El embargo de armas impuesto el pasado 9 de mayo se mantiene.
La ONU calcula que la represión del gobierno sirio a las revueltas ha provocado más de 2.200 muertos desde el pasado mes de marzo.